Los mexicanos
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TRIBUNA: RAYMUNDO RIVA PALACIO
México al grito de Haití
En la solidaridad con los haitianos, surge lo mejor de los mexicanos, pero también con ello expiamos culpas
RAYMUNDO RIVAPALACIO 20/01/2010
La mexicana es una sociedad de dos caras. Muy cálidos de dientes para afuera, muy cerrados en lo más privado. Sibilinos, nos encanta decir mentiras con una sonrisa, y respondernoscon la misma intensidad sabiendo todos que lo que decimos no es verdad. Si vemos a alguien que no ha cruzado por nuestra mente en largo tiempo, lo saludamos con efusividad y le decimos cuántas veceshemos pensado en él y cómo hemos querido hablarle muchas veces para verle. Nos responden exactamente en los mismos términos y nos intercambiamos un "veámonos" y un "hablémonos". Sin perder nunca laintensidad en la conversación, quedamos en reencontrarnos inminentemente, lo que nunca sucederá.
Somos mexicanos, los únicos que cuando hablan con alguien y se refieren al domicilio propio, dicen "sucasa". Nos desvivimos por hacer sentir al extraño cómodo, estimado y arropado. En el mundo dicen que somos "muy educados" por nuestras formas y códigos sociales, en los que nos mostramos protocolariosa la vez que solemnes. Abrimos los brazos a extraños y les ofrecemos hospitalidad y alimento en donde vivimos. Sabemos que no nos van a tomar la palabra, ni tomar "su casa" como suya, o presentarse acomer aprovechando la hospitalidad que les brindamos. Los mexicanos sabemos que es un acto litúrgico de nuestra cultura que no significa nada; los extranjeros se sorprenden y piensan que nuestrasolidaridad es inagotable y somos tan fraternales, que siempre actuamos de buena fe.
En realidad somos egoístas. La solidaridad, la fraternidad, la calidez humana suele detenerse en las puertas denuestras casas. Para que alguien extraño o lejano cruce su umbral, necesita atravesar numerosas fronteras sociales. Nuestra sociedad opera en círculos, general aunque no exclusivamente socioeconómicos, que...
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