Los mitos de la publicidad radiofónica
Durante los años 50 y 60 la radio tuvo su era dorada, su momento de máximo esplendor. Sin embargo,con la aparición de la televisión en la década de los 70 los anunciantes fueron abandonando, de una manera progresiva, el que había sido el medio publicitario por excelencia, hasta el punto de no tenercasi presencia en el día de hoy. A simple vista, el mero lector pensará que el por qué es muy sencillo: ¿por qué se va a detener la publicidad en ofrecer sólo palabras, cuando puede enseñar imágenesacompañadas de aquéllas?
Un primer vistazo nos dice que dicha opción es la más correcta o, por lo menos, la más completa, y en consecuencia la más eficaz, pero la realidad dista enormemente de estaafirmación. Con el tiempo, la publicidad televisiva se ha vuelto más fría, menos evocadora y pretende seducir por el simple hecho de seducir; lo más importante, sin embargo, reside en el hecho de queal fusionar imagen y palabra es tremendamente complicado que ambos elementos conserven su máximo de fuerza. De esta manera, la palabra en la publicidad televisiva va perdiendo fuerza mientras que en elmedio radiofónico, el medio de la palabra por excelencia, son pocos los anunciantes que apuestan por ella. ¿Cuáles son las causas de este abandono y posterior olvido de la radio?, ¿qué hace que elsector publicitario no confíe en ella? Aunque Los mitos de la publicidad radiofónica dé varias respuestas a esta pregunta, aquí nos centraremos básicamente en un concepto: el del glamour y su...
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