Los nauas. Una perspectiva histórica.

 Los nauas. Una perspectiva histórica.

efraín rojas bruschetta


Consideraciones preliminares


Nos proponemos aquí más una descripción de procesos que una enumeración de fechas, nombres y acontecimientos. Una visión etnohistórica es por necesidad altamentehipotética, dadas las dificultades con la existencia e interpretación de las fuentes, y los distintos enfoques de los estudiosos. Seguiremos las interpretaciones más aceptadas y probables, con las reservas del caso.

Escribiremos en la medida de lo posible los términos de origen naua siguiendo las normas gramaticales que empleamos en este curso, establecidas por la Secretaría de EducaciónPública de México (por ejemplo: Quetzalcóatl = Ketsalkouatl). Ello tiene la finalidad de que el lector utilice desde el principio la gramática usada en el curso, aplicada a los términos de nuestra reseña histórica. En cuanto a la cronología, consideraremos las fechas en general como aproximadas, salvo indicación contraria, dado que hablamos más de procesos que de acontecimientos, y la propiacorrelación entre el calendario indígena y el gregoriano es aún discutida en varios puntos, así como la interpretación de las fechas prehispánicas.

Trataremos de dar una visión de los nauas que remonte no sólo el eurocentrismo obsoleto, sino el “mexikacentrismo” que limita su conocimiento a la descripción del imperio mexika: si bien éste será en gran medida nuestro referente tanto por la abundanciade fuentes como por su vigencia testimonial, trataremos al menos de no ignorar la existencia e importancia de otros grupos nauas en la vida de Mesoamérica.


Los orígenes

La lingüística, más que la arqueología, parece ayudarnos a rastrear el pasado remoto de los pueblos nauas. Según una hipótesis, la Mesoamérica del V milenio a.n.e. estaba ocupada en gran medida por hablantes de lenguasemparentadas pertenecientes al tronco Naua-cuitlateco, quienes se ven escindidos geográficamente por la irrupción de poblaciones de los troncos Otomangue (con un foco de dispersión probablemente situado en la Cuenca del Balsas) y Maya-totonaco (desplazándose de norte a sur por la Costa del Golfo). En principio, esto determinó la separación de las lenguas Yutonauas con respecto a las Chibchanas:las primeras se habrían replegado hacia el extremo Noroccidental de Mesoamérica (un área más o menos comprendida entre Sinaloa y Michoacán, y entre el Bajío y Durango, aproximadamente). Las segundas se replegarían hacia el confín sur del área, en Centroamérica y la zona Circuncaribe.

Establecidos entonces por muy largo tiempo en la relativa marginalidad del Occidente mesoamericano, en dondedesarrollan a lo largo de siglos una riqueza cultural poco conocida aún (como es el caso de los pueblos kaskanes), no dejan de estar presentes en las áreas centrales: al menos desde el siglo V hay huellas claras de su presencia en Mesoamérica central, y se discute aún hasta qué punto los nauas pudieron ser parte del esplendor de Teotiuakan.

Pero más decisivamente, los pueblos nauashabrían generado al menos dos grandes oleadas expansivas. Una primera, hacia el siglo IX, coincidiendo aproximadamente con el final del Período Clásico (y probablemente teniendo mucha relación con ese proceso), habría enviado poblaciones de filiación naua hasta lo que hoy son Nicaragua y Honduras, dando origen al pueblo Chorotega. Para algunos estudiosos, la población Pipil de El Salvador y Guatemalatambién formaría parte de esta primera expansión, aunque no hay indicios definitivos de ello. Tampoco se sabe con certeza si es en ésta etapa que pueblos de esta filiación (seguramente mezclados con otra etnias) avanzan hasta mucho más al sur, hacia Panamá o Sudamérica, para emprender un buen tiempo más tarde el camino de regreso a Mesoamérica trayendo, entre otras cosas, el conocimiento de la...