Los Noventa minutos MÁS ruidosos en el espacio

LOS NOVENTA MINUTOS MÁS RUIDOSOS EN EL ESPACIO
POR: ANA MARÍA RODRÍGUEZ
Cuando Germaine Dulac escribía “El cine, a pesar de nuestra ignorancia, despojándose de sus
primeros errores y transformandosus estéticas, se acercó técnicamente a la música, arrastrando
consigo la constatación de que un movimiento visual rítmico podía surgir una emoción análoga a la
suscitada por los sonidos. Del mismo modoque un músico trabaja el ritmo y las sonoridades de
una frase musical, el cineasta se dedica a trabajar el ritmo de las imágenes y su sonoridad”. (París,
1927)1 suponía un paralelismo comparativoentre ritmo de la imagen y ritmo musical, sin embargo
hoy en día, la mayoría considera que el sonido de una película está íntimamente ligado a la
construcción dramática mutua entre imagen y sonido. Esentonces cuando disponemos quizás del
primer punto de evaluación para valorar hasta dónde el diseño sonoro de una película
verdaderamente enriquece su narración y en qué momento se convierte en undistractor o en el
movimiento emocional que opaca a la imagen dramática.
El mexicano Alfonso Cuarón hace su octava entrega como director abriéndonos paso a un lugar
donde la ausencia de sonido podríadefinir el suspenso que la historia enmarca, el espacio. La
película abre explicando la ausencia de sonido en el espacio, pues a falta de un medio de
propagación, en el vacío es imposible que el sonidoviaje, sin embargo, y a pesar de ser
promocionada bajo la frase “En el espacio nadie te escuchará” lo que vemos es que en lugar de
explotar el propio silencio como recurso creador de suspenso, sedesarrolla una sobresaturación
de música incidental, que por momentos llega a ser abrumadora e incluso distraer al espectador
(además de que en la sala en donde visualicé la película, cada vez que había unsilencio en la
misma, sonaba una horrible interferencia en los parlantes, muy a pesar de que en aquella sala de
Cine Colombia, Dolby certificara la calidad del sonido, pero de eso hablaremos en otra...