Los nuevos encantados
Los nuevos encantados
Los nuevos encantados
Por Luis Fernando Blázquez Morales. Licenciado en Filosofía (UCM)
Antes de loque Weber llamó “desencantamiento del mundo”, el hombre constituía una
criatura privilegiada, ya como ese animal divino protegido o producido (a imagen y semejanza)
por la divinidad, ya como animalpolítico cuyo lógos o nómos le permitía diferenciarse,
distanciarse, liberarse o resguardarse de la physis. En cualquier caso, lo divino mismo no
estaba separado o abstraído de lo natural, sino que supresencia era constante entre las cosas
del mundo a través de hierofanías y milagros. Del mismo modo, la pólis no era algo ajeno a la
naturaleza, sino otra naturaleza, en el sentido de una analogía dela originaria. No se trataba
de ser antinatural, sino de no ser exactamente igual a la natura prima, solamente una
metáfora de lo natural. La política no era naturaleza pura y dura, sino naturalezasimbólica. El
privilegio del hombre no estaba en olvidar lo natural, sino en transfigurarse como símbolo de
la naturaleza.
Con la modernidad y su proceso de desencantamiento, el hombre ya no es unacriatura
privilegiada, sino un animal más entre otros cuya azarosa evolución le ha llevado a un proceso
de hegemonía. Siendo naturaleza, sin embargo, el hombre no la concibe como algo sagrado
(donde cabela presencia de los dioses) ni como algo originario que debe solaparse en lo
simbólico de la sociedad y lo civilizatorio. La naturaleza es esa materia mercantilizada donde el
hombre demuestra suvoluntad de poder, es decir, su triunfo evolutivo. Esa voluntad de poder
no es sobre una especie en concreto, sino sobre la naturaleza en su conjunto. La naturaleza
debe desnudarse mediante el conocimientopara servir al poder natural del hombre, un poder
que sólo secundariamente es político. La política del hombre no es una metáfora de lo natural;
no hay una naturaleza que deba siquiera disfrazarse...
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