los oceanos

 Y para confirmar lo anterior, a partir de la línea 14 empieza una serie de seis definiciones del término antisistema cada una de las cuales es un ejemplo de actuación irregular o delito contra lademocracia, todos ellos cometidos por políticos reconocibles (no se citan sus nombres pero se insinúan los de Rajoy, Bárcenas y Camps) y de plena actualidad. Este desarrollo argumentativo llega hasta lalínea 24. El penúltimo párrafo presenta un carácter polifónico pues al discurso del emisor se une el testimonio de la calle y la voz de un humorista gráfico (El Roto), a través de sendas citas ajenasdirectas entrecomilladas, lo que evidencia el descontento generalizado entre la gente. Finalmente, el último párrafo enlaza con la experiencia personal del principio del texto insistiendo en la ideade frustración individual (tesis del autor), por lo que hablaríamos de un tipo de estructura circular o encuadrada.

 

 Nuestra valoración crítica del texto pasa inevitablemente por destacar laenorme valentía con que aborda un asunto tan controvertido como es el de la corrupción política española. Parece evidente que Pedro Simón está suficientemente documentado porque aporta numerososejemplos de acciones corruptas que han ocupado las portadas de diferentes medios de comunicación. También se hace eco del malestar del pueblo, por lo que se erige en portavoz del mismo y el artículo, sinser un panfleto, constituye un manifiesto contra una clase política que los españoles no se merecen.

 

 En mi opinión, el problema radica en un bipartidismo histórico que no permite la entrada enel parlamento de otras opciones a las que, por lo menos, habría que escuchar. Digo histórico porque ya desde el siglo XIX la alternancia en el poder del partido conservador y el liberal (hoy seríanrespectivamente el PP y el PSOE) ha conformado el devenir político de nuestro país. Llega un momento en el que ambos, ideológicamente irreconciliables, se unen para obstaculizar la aparición de...