los otakus
¿QUÉ ES FILOSOFÍA?
José Ortega y Gasset
Volumen VII, Obras completas, Alianza Editorial-Revista de Occidente,
Madrid 1983
Versión informatizada por R. Lucas Lucas
Todos los derechos quedan reservados Alianza Editorial-Revista
de Occidente, sobre cuyo texto se ha realizado esta versión digital.
Lecciones I -IV
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Publicado por la R. de O., Madrid, 1957
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LECCIÓN 1[La filosofía, hoy.―La extraña aventura que a las verdades
acontece: el advenimiento de la verdad.―Articulación de la
historia y la filosofía.]
En materia de arte, de amor o de ideas creo poco eficaces anuncios
y programas. Por lo que hace a las ideas, la razón de tal
incredulidad es la siguiente: la meditación sobre un tema
cualquiera, cuando es ella positiva y autentica, alejainevitablemente al meditador de la opinión recibida o ambiente, de
lo que con mas graves rezones que cuanto ahora supongan ustedes,
merece llamarse «opinión publica» o «vulgaridad». Todo esfuerzo
intelectual que lo sea en vigor nos aleja solitarios de la costa
común, y por rutas recónditas que precisamente descubre nuestro
esfuerzo nos conduce a lugares repuestos, nos sitúa sobre
pensamientosinsólitos. Son estos el resultado de nuestra
meditación. Pues bien: el anuncio o programa se reduce a anticipar
estos resultados, extirpandoles previamente la vía al cabo de la
cual fueron descubiertos. Pero, como veremos, un pensamiento
separado de la ruta mental que a el lleva, isleño y abrupto, es una
abstracción en el peor sentido de h palabra, y es, por lo mismo,
ininteligible. ¿Qué se ganacuando se comienza una investigación
colocando al público frente a este acantilado inasequible que sería
nuestro programa, es decir, comenzando por el fin?
Renuncio, pues, a mayusculizar con letras de programa lo
que este ciclo de conferencias va a ser, y me propongo comenzar
por el principio, por lo que para ustedes puede ser hoy, como fue
para mi ayer, término inicial.
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Este hecho queprimero encontramos es externo y público:
la distinta situación en que la filosofía se halla hoy dentro del
espíritu colectivo si se la compare con la que poseía hace treinta
años y, paralelamente, la diferente actitud en que hoy se coloca
ante su propio oficio y labor el filósofo. Lo primero se puede
demostrar, como todo hecho externo y público, por medios
también externos; por ejemplo,comparando estadísticamente el
número de libros filosóficos que hoy consume el público con el
que absorbía hace treinta años. Es notorio que hoy, en casi todos
los países, se vende proporcionalmente más libros de tema
filosófico que literarios, y que dondequiera existe una creciente
curiosidad hacia la ideología. Esta curiosidad, este afán que es
sentido en las más diversas gradaciones deconsciente claridad, se
compone de dos ingredientes: el público empieza a sentir de nuevo
necesidad de ideas y a la par siente en ellas voluptuosidad. No es
un azar la combinación de estos dos caracteres; ya veremos como
en el ser viviente toda necesidad esencial, que brota del ser mismo
y no le sobreviene accidentalmente de fuera, va acompañada de
voluptuosidad. La voluptuosidad es la cara, lafacies, de la
felicidad. Y todo ser es feliz cuando cumple su destino, es decir,
cuando sigue la pendiente de su inclinación, de su esencial
necesidad, cuando se realiza, cuando esta siendo lo que en verdad
es. Por esta razón decía Schlegel, invirtiendo la relación entre
voluptuosidad y destino: «Para lo que nos gusta tenemos genio.»
E1 genio, es decir, el don superlativo de un ser para haceralgo
tiene siempre a la par una fisonomía de supremo placer. En día
próximo y por vía de rebosante evidencia nos vamos a ver
sorprendidos, como obligados a descubrir lo que ahora sólo
parecerá una frase: que el destino de cada cual es, a la vez, su
mayor delicia.
Nuestro tiempo, por lo visto, tiene relativamente al que le
precede un destino filosófico y, por eso, se complace en...
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