Los papiros de los robos de tumbas
« El quemador de incienso Nesamón llamado Tjaybay del templo de Amón fue traído. El gobernante le hizo prestar juramento, y él dijo: “Si digo una falsedad puedo ser mutilado y enviado a Etiopía”.
Le dijeron: “Cuéntanos la historia de tu salida con tus cómplices para atacar las Grandes Tumbas, cuando sacasteis esta plata de allí y os apropiasteis de ella”.Dijo: “Fuimos a una tumba y de ella sacamos algunas vasijas de plata, y las repartimos entre nosotros cinco”.
Le aplicaron el palo. Dijo: “No vi nada más: lo que he dicho es lo que vi”.
Volvieron a aplicarle el palo. Dijo: “Basta, lo contaré...”.»
Papiro Museo Británico 10052
Para los robos en el propio Valle de los Reyes, salvo el fragmentario Papiro Mayer B, nada tan elocuente se haconservado. Pero, en sus reducidos inventarios, las tumbas parcialmente saqueadas KV62 (Tutank- hamón), KV36 (Maiherpri) y KV46 (Yuya y Tuya) reflejan los objetos que interesaban a los ladrones. Como la arqueología y los papiros muestran, el botín —al que eufemísticamente los textos se refieren como «pan»—era esencialmente de dos clases: objetos imposibles de rastrear, de los cuales los ladronespodían disponer con facilidad y poco riesgo; y oro y plata sacada de objetos que se podían reciclar.
Entre la primera clase de objetos anónimos estaban los tejidos, que contenía en abundancia, por ejemplo, la intacta tumba privada del arquitecto Ja en Deir el Medina; con frecuencia se hace referencia a ellos en las listas de cosas robadas y están casi totalmente ausentes en los enterramientosrobados de Maiherpri y Yuya y Tuya. También se buscaban perfumes y cosméticos aún utilizables, y casi siempre eran robados cuando se entraba a una tumba con un entierro reciente, como en el enterramiento de Tutankhamón; cuando había pasado un tiempo mayor entre el entierro y el saqueo, como fue el caso de la de Maiherpri, los ladrones por lo general desechaban estos artículos, probablemente debidoa su duración limitada.
En primer lugar en la lista de preferencias de los ladrones estaba naturalmente el metal, fuera o no precioso, que en raras ocasiones se encuentra siquiera en los enterramientos que han estado sometidos a los saqueos más superficiales; el oro y la plata fueron las primeras cosas que desaparecieron de la tumba de Tutankhamón. El vidrio, al menos durante la XVIII dinastía,también era de interés para los ladrones, aunque hacia fines del Imperio nuevo (a juzgar por las cantidades de vidrio que aún permanecen en KV35, la tumba de Amenho- tep III) su atractivo había decrecido un poco. Otros materiales comúnmente mencionados en los papiros son las maderas preciosas y el marfil; éstos, de nuevo, raramente se encuentran en los registros arqueológicos, una ausencia que nosiempre puede atribuirse a la simple desintegración.
Restauración de los enterramientos
¿Cómo se descubrió a los ladrones de las tumbas? Es evidente que se mantenían registros centrales (y confidenciales) de las posiciones de las tumbas (quizá localizadas por medio de mojones: p. 90), y durante las estaciones más frescas (como sabemos por documentos fechados) periódicamente tenían lugarinspecciones de la necrópolis; en particular durante el Imperio nuevo, cuando la amenaza de los robos de tumbas parece haber aumentado, pero cae de su peso que también en épocas anteriores.
La naturaleza del trabajo de restauración llevado a cabo después de descubrirse un robo se adivina en la tumba de Tutmosis IV (KV43). En este enterramiento, que requirió atención oficial en el año 8 del reinadode Horemheb, la restauración parece haber sido notablemente minuciosa: se arreglaron vasijas de fayenza rotas, se puso orden y se repararon otros daños, se restauraron y volvieron a sellar las puertas rotas y probablemente la puerta de la cámara sepulcral se reemplazó (o se reforzó) por manipostería; una característica también discernible en WV22, la tumba de Amenhotep III. Menos cuidados...
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