Los Pasos De Lopez
Se llamaba David y era un muchacho más bien duro, difícil. Medía poco más de un metro y tenía doce años. Entre otros apodos se destacaban Trasero-en-tierra, Mediometroy Enano. Por lo general era tranquilo, pero de vez en cuando montaba en cólera y casi podía llegar a matar a alguien.
Vivía con su padre en un alto y ancho edificio de ladrillo rojo llamadoMahogany.
El edificio tenía diez pisos y se subía y se bajaba en un ruidoso elevador de puertas metálicas. Los largos corredores, de paredes crema y café, estaban cubiertas con gastadas y deslucidas losasverdes de vinilo. Olía a colilla y acera y era el último lugar del mundo en el que uno esperaría encontrar un fantasma.
David descubrió que era posible meterse tras las paredes, un martes despuésdel colegio, día en que su padre trabajaba hasta tarde. Estaba sentado en una silla en la sala mirando televisión cuando algo cayó en medio de la habitación. No era más que un trozo de papel. Volódesde atrás y cayó sobre la alfombra; David lo vio con el rabo del ojo. Se asustó porque ¿Cómo diablos entró? Observó todo alrededor y no había nada ni nadie. Lo único que pudo ver fue la rejilla de laventilación atornillada contra la pared.
Observó la rejilla con atención. Nunca antes había pensado en ella; era una cosa que simplemente siempre había estado ahí. Pero ahora sí se lopreguntaba: ¿A dónde conducía? ¿Qué había dentro?
Corrió el sofá hasta la pared y se trepó para echar un vistazo. El hueco era oscuro como boca de lobo, y comprendió de inmediato que era lo suficientementegrande como para meterse en él, si así se lo proponía. Pero claro que no quería hacerlo.
¿Para que querría alguien arrastrarse como una rata por entre las entrañas del viejo edificio? Con todo,se alegró de que la rejilla estuviera bien atornillada contra la pared, con seguridad que lo estaba, porque eso se significaba que no podría meterse por el hueco e incluso en el caso de que le diera...
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