LOS PELIGROS QUE SE AVECINAN Gonzalo Mejía Córdoba Socio de ADECAN gomejiaelvisor@hotmail.com Los dolores no pasan; se refugian en el alma. Cómo duele abandonar una casa cuando se está amañadoviviendo en ella, así te sientas muy bien en la nueva a donde llegas. Y no hay nada más agobiante que seguir el camino en medio de frustraciones y malos tratos. Pero, ¿qué hacer?, a eso estamos sometidoslos hombres públicos que trabajamos con desinterés y fervor por los semejantes y no por aplausos. Imposible evitar el estrujón cuando vamos en medio de seres rudos y de sicópatas con malas manías.Imaginando vivencias, cierto día recordé cuando un novillo entró a una cocina y dando vueltas tumbaba las ollas con la cola y aunque la puerta era amplia no encontraba la salida; y a un hombre tandesconcentrado que se perdía buscando un pollo; y también a una vaca saltando sola en medio del potrero, que fracasaba con cada salto que daba tratando de morder a la luna, y… me reí de mi propia ignorancia.Sin embargo, hay que continuar para no cederle paso al analfabetismo y al atraso, en momentos en que se ven los peligros que se avecinan para el gremio, y sobre los cuales me veo obligado a alertar amis colegas, aprovechando que la memoria desordena los malos recuerdos. La soledad y la ignorancia generan ansias de figuración. El afán de protagonismo vuelve a hacer carrera, por parte de los que“se creen una pelota de golf que al pasar todos tienen que agacharse”. Se olvidan que estar adelante no significa ser el primero. Que quien actúa de manera prevenida o con ira se encamina hacia la ceguerapolítica que lo lleva a saltar al vacío. Hay que cambiar la soberbia por la humildad y así escalar sin pasar por encima de los demás. Muy pocos se preocupan por traer nuevos socios a lasasociaciones, una gran mayoría está más interesada en las asesorías de gestión y en las certificaciones que en fortalecer el gremio. Serán muy buenos inspectores-asesores y muy buenos certificadores, pero...
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