Los Pensionados...
Páginas: 3 (717 palabras)
Publicado: 8 de julio de 2011
LOS PENSIONADOS...
Por: Fredi Eduardo Goyeneche
Es apenas el amanecer de un día de semana. La ciudad aun no termina de desperezarse con el primer bostezo. En las calles, personas caminan deprisa en búsqueda frenética de la “línea” y la juventud que se les va por la misma línea, que se les escapa con mayor prisa que el crecimiento de las vanidades propias de los otoños sin tibiezas.
Camino lento y miro las siluetas de las casas al inicio del paseo sin plan previo en esta madrugada de sueños que fueron cortos. Después del último out de los Rojos del Cinci se me fueron las luces queaun son tenues en el cielo somnoliento. Las calles no están vacías, mientras me acerco a la ciudad vieja y al viejo mar de siempre, aparecen como sombras ambulantes seres salidos de la noche en la queviven. Algún borracho extraviado de los rituales del fin de semana desataría sus ansiedades en este miércoles púdico, la putica triste del mismo camellón reformado, transformado y desvirtuado.
Antes, unas luces titilantes como cocuyos agónicos se cuelgan de los cerros como luces fantasmales, no se ve más. Las calles parecen las calles de una ciudad devastada por un ciclón de temporada, basuraregada entre zanjas y concreto aun fresco, abundantes cintas amarillo y negros orientadoras en un laberinto que es como un juego de Mario Broos, al fondo se alcanzan ver las edificaciones que resaltande un perfil incierto de luna en retirada.
Mi llegada a la ciudad vieja coincide con la despedida del calima y la aparición de algunos carros en circulación con los faros encendidos. Desde laestatua mentirosa que le rinde homenaje a una india aun mas mentirosa, con esas luces altas de esos automóviles esporádicos aun, contra el fondo de esta especie de bulevar de pocos árboles, alcanzo aver espasmódicamente entre luces y luces, y luces que vienen desde detrás del cerro tutelar de esta bahía de fantasmas recurrentes, lo que me pareció movimientos corpóreos espaciados…como de cuerpos...
Por: Fredi Eduardo Goyeneche
Es apenas el amanecer de un día de semana. La ciudad aun no termina de desperezarse con el primer bostezo. En las calles, personas caminan deprisa en búsqueda frenética de la “línea” y la juventud que se les va por la misma línea, que se les escapa con mayor prisa que el crecimiento de las vanidades propias de los otoños sin tibiezas.
Camino lento y miro las siluetas de las casas al inicio del paseo sin plan previo en esta madrugada de sueños que fueron cortos. Después del último out de los Rojos del Cinci se me fueron las luces queaun son tenues en el cielo somnoliento. Las calles no están vacías, mientras me acerco a la ciudad vieja y al viejo mar de siempre, aparecen como sombras ambulantes seres salidos de la noche en la queviven. Algún borracho extraviado de los rituales del fin de semana desataría sus ansiedades en este miércoles púdico, la putica triste del mismo camellón reformado, transformado y desvirtuado.
Antes, unas luces titilantes como cocuyos agónicos se cuelgan de los cerros como luces fantasmales, no se ve más. Las calles parecen las calles de una ciudad devastada por un ciclón de temporada, basuraregada entre zanjas y concreto aun fresco, abundantes cintas amarillo y negros orientadoras en un laberinto que es como un juego de Mario Broos, al fondo se alcanzan ver las edificaciones que resaltande un perfil incierto de luna en retirada.
Mi llegada a la ciudad vieja coincide con la despedida del calima y la aparición de algunos carros en circulación con los faros encendidos. Desde laestatua mentirosa que le rinde homenaje a una india aun mas mentirosa, con esas luces altas de esos automóviles esporádicos aun, contra el fondo de esta especie de bulevar de pocos árboles, alcanzo aver espasmódicamente entre luces y luces, y luces que vienen desde detrás del cerro tutelar de esta bahía de fantasmas recurrentes, lo que me pareció movimientos corpóreos espaciados…como de cuerpos...
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