Los perrs

El Pecado que Mora en mí
Ya hemos estudiado durante los últimos años de reforma sobre la condición del hombre y su depravación total y hemos estudiado sobre la obra regeneradora que debe hacer el mismo Dios para atraer al hombre pecador y sabemos que a través y únicamente a través de la sangre de Jesucristo podemos ser limpios y solo por su gracia podemos llegar al padre y hemos escuchadoestudios sobre la santificación y la vida nueva del hombre que ha sido regenerado por Dios…. Ahora que ocurre cuando dentro de los hijos de Dios aun sigue existiendo pecado que lo hace revelarse y le impide muchas veces cumplir con lo que Dios a establecido en su palabra…
Véase Job 40:3,4. "Entonces respondió Job a Jehová, y dijo: He aquí que yo soy vil."
Romanos 3:10, 11,1210 Como está escrito: Nohay justo, ni aun uno; 11 No hay quien entienda, No hay quien busque á Dios; 12 Todos se apartaron, á una fueron hechos inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno.
Job 1:1 “Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal”.

Seguramente si algún hombre tenía el derecho de decir, yo no soy vil, yo soy bueno, hago lorecto y actuó con justicia era Job; pues de conformidad al testimonio del propio Dios citado en el versículo que leímos, él era "varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal."
Ahora veamos lo que menciona el capitulo Job 40:4 “He aquí que yo soy vil”

Será que existía una contradicción en ambos versículos? eso lo sabremos a medida que avanzara el estudio

Sin embargodescubrimos que este eminente santo, cuando por su cercanía con Dios recibe suficiente luz se da cuenta de su propia condición y exclama: "He aquí que yo soy vil." Estamos seguros que eso que Job se vio forzado a decir, se aplica también a cada uno de nosotros, seamos hijos de Dios o no; y si somos partícipes de la gracia divina, esto se convierte en un tema de gran consideración para nosotros, puesaunque seamos nosotros mismos regenerados, debemos exclamar cada uno a nombre propio: "He aquí que yo soy vil."
Es una doctrina enseñada por la Sagrada Escritura, según lo creo yo, que cuando un hombre es salvado por la gracia divina, no es purificado completamente de la corrupción de su corazón. Cuando nosotros creemos en Jesucristo, todos nuestros pecados son perdonados; sin embargo, el poder delpecado, aunque es debilitado y mantenido bajo el dominio de la naturaleza nacida de nuevo que Dios infunde en nuestras almas, no cesa, sino que se queda en nosotros, y se quedará hasta el día en que nos muramos. Los teólogos ortodoxos señalan que los deseos de la carne todavía habitan en el hombre regenerado, y que lo depravado de la naturaleza carnal todavía permanece en los corazones de quienesson convertidos por la misericordia de Dios.
En cada cristiano que ha sido regenerado existen dos naturalezas:
Hay una naturaleza que no puede pecar, porque es nacida de Dios: una naturaleza espiritual, venida directamente del cielo, tan pura y tan perfecta como el propio Dios quien es su autor
y existe también en el hombre esa antigua naturaleza que, por la caída de Adán, se ha vueltocompletamente vil, corrupta, pecadora y diabólica.
Todavía permanece en el corazón del cristiano una naturaleza que no puede hacer lo que es recto, no más de lo que lo hacía antes de la regeneración, y que es tan depravada como lo era antes del nuevo nacimiento: tan pecadora, tan completamente hostil (enemigo, contrario) a las leyes de Dios, como siempre lo fue; una naturaleza que, como lo dije antes, ESRESTRINGIDA Y SUJETADA en una gran medida por la nueva naturaleza, y aunque la antigua naturaleza se sujeta a la nueva no es eliminada y nunca lo será hasta que este nuestra carne sea abatida, y nos elevemos a aquella tierra en la que nunca entrará nada que contamine.
Y el mensaje de esta noche consistirá en estudiar esa naturaleza que todavía permanece en el hombre justo.
Y voy a mencionar 5...