Los piratas de Cartagena
Soledad Acosta de Samper
INDICE
- Carta dedicatoria
- Contestación
- Introducción
- La Venganza de un Piloto
- El Almirante Corsario Francisco Drake
- Los Filibusteros y Sancho Jimeno
- El Obispo Piedrahita y el Filibustero Morgan en Santa Marta
- La Expedición del Almirante Vernon2
Carta dedicatoria
Al excelentísimo señor doctor don Rafael Núñez, Presidente deColombia.
Estimado señor y antiguo amigo:
¿A quién, sino a usted, podría yo dedicar esta obrita, fruto de mis veladas de los últimos
dos meses?
Cartagena ha sido siempre para mi espíritu una de las ciudades más interesantes de
Colombia, no tan sólo por su poética belleza, por la amable hospitalidad que siempre he
recibido en ella las veces que la he visitado, y por su heroica historia -desde eldescubrimiento, al empezar el siglo XVI, hasta los acontecimientos ocurridos allí en el año
último-, sino también porque en sus playas vaga para mí el recuerdo de mi padre, a cuyo
lado visité en la infancia aquellas magníficas murallas; aquellas ruinas asombrosas de una
grandeza que aún no ha muerto. A él oí referir por la vez primera la historia de Cartagena, y
lo sucedido allí en la época colonialy en el glorioso sitio de 1815. Estos recuerdos no se
han borrado nunca de mi mente.
Hacía mucho tiempo que yo deseaba escribir algo por extenso acerca de las tragedias
históricas ocurridas en Cartagena; pero no había tenido ocasión de realizar aquella idea,
hasta que, al encargarme del folletín de La Nación, se me ocurrió que éste debería contener
algunas narraciones histórico-novelescas deinterés en la actualidad, y empecé a escribir los
cuadros que usted ha tenido la bondad de leer, según entiendo con algún aprecio, no por el
escaso mérito que ellos tengan, sino por referirse a su ciudad natal.
Suplico, pues, a usted que acepte esta dedicatoria, como un público testimonio del grande
aprecio y verdadera amistad que profeso al regenerador de mi patria y al más ilustre de loshijos de Cartagena.
Me repito de usted atenta servidora y amiga,
SOLEDAD ACOSTA DE SAMPER
Bogotá, enero 24 de 1886.3
Contestación
A la señora doña Soledad Acosta de Samper.
Mi distinguida señora y antigua amiga:
Soy, desde años atrás, lector asiduo de cuanto su noble pluma escribe; y los cuadros
históricos que publica La Nación han debido naturalmente, de una manera especial,
interesarme.
Ladedicatoria que usted se digna hacerme de la colección de esos cuadros me es, por tanto
doblemente grata y honrosa, y la acepto con reconocimiento profundo.
Ligado, durante muchos años, a la respetable casa de usted por vínculo político, en la obra
de salvación nacional a que usted bondadosamente alude, debo a ustedes una de las más
eficaces cooperaciones. El enorme contingente de su ilustre esposo,el señor doctor Samper,
es demasiado notorio. La parte personal de usted es menos conocida; pero tanto a mí me
consta, que más de una rectificación de ideas debo a palabras suyas, proferidas en tiempo
oportuno, en la época tempestuosa de 1875, en que tuvo principio seguramente la
complicada labor de regeneración, próxima ya a final y feliz desenlace.
Repito a usted, con todo respeto, laexpresión de mi gratitud; y aprovecho la oportunidad
para suscribirme de usted seguro servidor y leal amigo,
RAFAEL NUÑEZ
Bogotá, 25 de enero de 1886.4
Introducción
La envidia, la emulación y el odio que el gran poderío de España en el nuevo mundo
despertó entre las demás naciones europeas, se había traducido por medio de ataques y vías
de hecho: cosa natural en un tiempo recién emancipado de labarbarie y que acababa de
salir de la época de transición llamada de la Edad Media. Aquellos ataques injustos contra
España se pusieron en planta por ciertas asociaciones y compañías de piratas, corsarios,
filibusteros, bucaneros y aventureros de diferentes naciones, y particularmente ingleses y
franceses, los cuales, con el pretexto de auxiliar a sus gobiernos y reyes -casi
continuamente en...
Regístrate para leer el documento completo.