Los pistachos

LOS PISTACHOS

Una tarde paseaba una joven por una calle concurrida de Buenos Aires, cuando decidió comprar pistachos, una botella de vino y un queso para picar. Mientras iba en el autobúscamino a casa, meditaba sobre lo que haría con lo que había comprado.
Un chico con apariencia intelectual, se sentó a su lado y se centro a leer un libro que llevaba en sus manos. Rato despuésel joven saco la pequeña bolsa de pistachos y comienzo a comérselas concentrado en su lectura. La joven lo miro extrañada y algo incomoda.
La joven molesta refunfuñaba entre dientes. Sinpretender ser mala educada, saco de la bolsita un puñado de pistachos y con un gesto muy puntual le hizo saber al joven de su enfado.
El joven sonrió y toma otro puñado de pistachos. La joventosió a manera de protesta, agarro otro puñado y, con visible rabia miro al chico. Entre miradas desafiantes de parte de la joven y sonrisas sutiles del joven, si iban comiendo los pistachos. Lajoven cada vez más furibunda, el joven más tranquilo.
La joven al borde de estallar se percato que solo quedaban unos pocos pistachos.
- Que chico tan falta de respeto – pensó la joven.
Lajoven miraba alternativamente la bolsa de los pistachos y al chico. Con serenidad, el joven tomo los últimos pistachos y, con paciencia, los contó y los dividió en partes iguales. Con unaesplendida sonrisa le ofreció a la joven una parte de igual proporción.
- ¡Gracias! – dijo la joven tomando con aspereza su parte.
- De nada – contesto el joven sonriendo mientras comía.
Elautobús finalmente llego a la parada. Furiosa, la joven se levanto con sus cosas y se encamino a su casa. Al marchar el autobús, desde la calle vio al chico todavía sentado leyendo y pienso:
-Granuja.
Tanto era su cólera que sintió los labios resecos. Al llegar a la casa y sacar las cosas que había comprado se sorprendió al encontrar completa y cerrada su bolsa de pistachos.