Los privilegios

Concedido por la ley, y no por la convención, no es sino un trato de favor dado a un acreedor entre los restantes acreedores quirografarios en el momento de la distribución de precio, un privilegium inter personales acciones. Hasta la distribución del precio, el acreedor privilegiado sigue la ley común; es decir, que forma parte de la masa de acreedores, representada por un magíster bonorumencargado de vender en bloque el patrimonio del deudor. Pero, en el momento en que era pagado el precio por bonorum emptor, el acreedor privilegiado se libra de la ley del concurso de la lex communis: se beneficia de una privata lex (privilegio) que le concede una prioridad, un trato de favor. Por recaer el privilegio sobre el conjunto d3el patrimonio y por no producir sino un solo efecto, elotorgamiento de un rango de prioridad, el acreedor privilegiado no prevalece sino sobre los acreedores quirografarios, y sobre los acreedores hipotecarios, que toman posesión de los bienes afectados a su crédito y los venden al margen de las operaciones efectuadas por cuenta de la masa. Entre acreedores privilegiados, el rango se determina no según la fecha del crédito, sino de acuerdo con el grado defavor que el legislador haya unido al carácter del crédito. Así pues, el privilegio no es en Roma un derecho real; es un rango de preferencia dado a un derecho de crédito.

Esa oposición entre las dos garantías se atenuó en la propia Roma, por haber experimentado importantes modificaciones la hipoteca por la influencia del privilegio. Se vieron surgir así hipotecas legales junto a hipotecasconvencionales, y esas hipotecas solían ser generales. Más aún, en la ultima fase del derecho romano, se encuentran hipotecas privilegiadas que les conceden a sus titulares un rango de favor entre los acreedores hipotecaros, con derogación de la regla: “Prior tempore…”. Existían, pues, en Roma hipotecas parecidas a algunos privilegios, por ser legales, generales y porque derogaban la regla: “Priortempore…”.

En el antiguo derecho francés, el privilegio se modificó profundamente. La desaparición de las hipotecas mobiliarias condujo a admitir algunos privilegios que recaían sobre muebles determinados: privilegios especiales mobiliarios; la afectación de un bien particular al crédito privilegiado los acercaba a las hipotecas, porque esos privilegios tendían a convertirse en jura in re. Junto aellos surgían privilegios especiales mobiliarios, cuya filiación con las hipotecas privilegiadas del derecho bizantino es evidente, y que constituyen verdaderas hipotecas, por último, se decide que los acreedores privilegiados prevalezcan sobre los acreedores hipotecarios.

Paralelamente, la hipoteca, aunque siga siendo un derecho real que implique el derecho de persecución, no confiere ya alacreedor el jus possidendi, el apoderamiento de la cosa al vencimiento; no es ya sino un derecho real idealizado.

Así, las dos garantías se parecen: ambas crean un derecho de preferencia, ninguna de ellas concede el jus possidendi; tanto una como la otra, son a veces generales, y especiales a veces; si la hipoteca va acompañada del derecho de persecución, los privilegios especiales inmobiliariosse benefician igualmente de él; en cuanto a los privilegios generales sobres los inmuebles, los antiguos autores los confundían con las hipotecas generales privilegiadas; y, aunque, las estudien en el titulo “De los privilegios”, las califican de hipotecas.

El Código Civil ha mantenido las soluciones del antiguo derecho francés, sin tomar partido acerca de la naturaleza de los privilegios.Reforma Introducida por el Derecho del 4 de enero de 1955 y por la Ordenanza n. 71, del 7 de enero de 1959.

Las necesidades de la reconstrucción y de la concentración parcelaria, el desarrollo de la copropiedad por pisos o departamentos, los considerables prestamos hipotecarios concedidos por organismos públicos d créditos inmobiliarios incitaron al gobierno a efectuar una refundición total...