Los rasgos característicos del español de Puerto Rico en cada uno de los niveles de la lengua se explican y tienen sentido dentro del perfil innovador que caracteriza la zona del Caribe.Las investigaciones modernas sobre los fenómenos particulares dialectales señalan por ejemplo: la pérdida de “ese" final de sílaba o palabra, los casos de aspiración y la neutralización de l/rfinales de sílaba o de palabra, como “etapas en procesos de cambio”. Esta perspectiva permite identificar la serie de procesos compartidos por varios dialectos de una misma zona –la zona antillanaen este caso- y, además, permite identificar la etapa en que se encuentra cada uno de estos dialectos respecto al mismo proceso de cambio compartido. Para nada se tenía en cuenta el hecho deque, ya en el siglo XIX, el español de Puerto Rico había alcanzado el carácter innovador isleño, con sus propios rasgos (seseo, yeísmo, entre otros), formados en largos siglos de acriollamiento.Si se revisa el otro nivel de lengua que suele llamar más la atención del visitante, el de la pronunciación, dos son los fenómenos más sobresalientes: el cambio de r por l (velde por verde,izquielda por izquierda, comel por comer) y la pronunciación posterior, justo en la zona del velo, de la consonante rr. La realización de rr es un fenómeno casi típico de la isla. Mientras que lasustitución de l por r es de carácter urbano (la patrocinan más los hablantes de San Juan que los de zonas rurales), la velarización de rr tiene su cuna fuera de la capital. Hoy, cuando estefenómeno parece batirse en retirada de la ciudad, todavía las generaciones mayores exhiben una frecuencia que acredita que estuvo más extendido allí que lo que hoy muestran los índices estadísticos.Esto indica que, a pesar de su origen, la pronunciación velarizada de rr llegó a asentarse también en la zona metropolitana.
Más de cien años de convivencia de los dos idiomas, después de haber..
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