Los Recuerdos Del Camino
LOS CAMINOS
DEL
RECUERDO
TRADUCCIÓN DE ADRIANA FERNÁNDEZ
Título original: A Thousand Country Roads
© Robert James Waller, 2002
© Emecé Editores, S. A., 2002
© por la traducción, Adriana Fernández, 2002
©Editorial Planeta, S. A., 2002
Còrsega, 273-279, 08008 Barcelona (España)
Diseño de la cubierta: Florencia Helguera
Ilustración de la cubierta: © Michael S. Lewis/Corbis
Primera edición: octubre de 2002
Depósito Legal: B. 34.867-2002
ISBN 84-08-04492-3
ISBN 0-9717667-1-1 editor John M. Hardy Publishing Company, Houston,
edición original
Composición: Víctor Igual, S. L.
Impresión: A&MGràfic, S. L.
Encuadernación: Encuadernaciones Arte, S. L.
Printed in Spain - Impreso en España
Una vez más,
para los peregrinos,
los desconocidos,
los últimos cowboys,
y para todos los lectores que me preguntaron
por el resto de lahistoria.
De hecho, un libro de finales.
Agradecimientos
Me gustaría agradecerles a Mike y a Jean Hardy de Iron Mountain Press y a John M. Hardy Publishing, Inc., la publicación de este libro y, especialmente, a Jean, por el diligente editing del manuscrito. Debo felicitar a Linda Bow,quien no sólo leyó y me comentó un primer borrador del manuscrito, sino que también ideó el título, después de que al menos otros cincuenta fueron considerados y rechazados. Varios amigos cercanos leyeron versiones tempranas del libro y estoy en deuda con ellos también. Visité varias veces Big Sur como parte de mi investigación y Arlene Hess, de la biblioteca de Carmel, California, respondió a todasmis preguntas acerca del lugar; la Big Sur Historical Society me resultó de gran ayuda, así como la biblioteca Henry Miller y la Cámara de Comercio de Astoria, Oregón. Agradezco enormemente el permiso de la fotógrafa Linda Solomon para usar la fotografía en la que aparezco con la chaqueta llena de polvo junto a Jack el collie. Finalmente, quiero darle las gracias a mi agente, Aaron Priest, por susconsejos y su constante tolerancia para con mi idiosincrasia.
Nota del autor
Algunas canciones llegan de las praderas de flores azules, libres del polvo de mil caminos. Ésta es una de ellas.
Con estas palabras di comienzo a un libro llamado Los puentes de Madison County. Pero, a decir verdad, había doshistorias. A veces las historias deben esperar su turno para no entorpecer a otras que deben ser contadas primero. A lo largo de los años me llegaron cartas de lectores de Los puentes, cartas de hombres y mujeres, adolescentes y ancianos, de camioneros y amas de casa, de abogados y pilotos; cientos de cartas, probablemente miles, procedentes de todo el mundo, llenas de reflexiones amables y buenosdeseos.
Un buen porcentaje de quienes me escribieron querían saber más acerca de Robert Kincaid y Francesca Johnson, más acerca de sus vidas, acerca de lo que había pasado con ellos después de aquellos cuatro días juntos en Madison County, Iowa. Llevé una existencia tranquila en un remoto rancho en mitad del desierto, retomé mis estudios de matemáticas y economía y también los de guitarra dejazz. No sentí necesidad de indagar en mis notas de investigación, no me sentí impulsado a escribir más. Hasta que, en alguna parte, en un determinado momento y por razones que me resultan poco claras, y después de leer otra carta pidiéndome más información, decidí contar el resto de la historia.
Siempre me pregunto por las posibilidades, por la naturaleza de las oportunidades. Los...
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