los recursos humano
llamativa carreta por la vía que unía los poblados del Cajón, hoy llamada Camino alVolcán. Según los que le han visto, la descripción de la escena de la carreta es la siguiente: “Los caballos que tiraban la carreta apestaban, como su conductor, a putrefacción y azufre, y eran decolor negro azabache, de ojos rojos como la sangre y de aliento de muerte”. Cada vez que se sentía a lo lejos el ruido de los cascos de los caballos golpeando contra la endurecida tierra y el rechinar delas ruedas de madera en medio de la noche quieta, todos sabían, secretamente, que Mefistófeles había salido a buscar almas o a presagiar alguna muerte.
También el relincho de los caballosdelataba la presencia del Príncipe de las Tinieblas, esos relinchos aterradores, como gritos de miles de almas encerradas gimiendo su martirio en lo hondo y quemante del infierno. Entonces, si la carretase detenía frente a la propiedad de algún poblador, todos adivinaban, y desgraciadamente nunca se equivocaban, que allí moriría en poco tiempo alguno de sus moradores.
Fue por aquella época, bajo lainfluencia de esa atmósfera, que un hombre ya olvidado (al que para mejor entendimiento de nuestros lectores le pondremos el nombre de Pedro), dueño de una pequeña parcela en el pueblito de Melocotón,hizo pacto con Luzbel. Pedro hizo su terrible trato durante una fría y silenciosa noche. Esperó la carreta y encaró al Maligno en persona. Una vecina, de esas que suelen husmear lo inacostumbrado ysecreto, lo vio esa noche, escondida tras unos matorrales frondosos, y fue ella la que corrió el rumor que constituye hoy la parte esencial del relato.
Era una noche fría, oscura y silenciosa. Ya todosdormían y ninguna alma vagaba por las calles. La mujer vecina de Pedro, que quizás en qué virtuosos o pecaminosos pasos andaba esa noche, sintió un sonido de cascos de caballos y el rechinar y...
Regístrate para leer el documento completo.