Los relampagos de agosto

Esta obra de tipo biográfico narra, la autobiografía apócrifa del falso general, José Guadalupe Arroyo, narradorpersonaje
construido en el laboratorio de la imaginación de Ibarguengoitia quien, a lamanera del Dr. Frankenstein, lo concibió y creó combinando como parches, el nombre de
la Virgen de Guadalupe, el de San José (nombre también del artista José Guadalupe
Posada), el apellido delescritor de los textos alusivos a los grabados de Posada (Arroyo),
y una serie de leyendas y de eventos históricos para reinventarlos desde su visión única de
escritor y ciudadano mexicano, recipientey víctima a la vez de la tradición de violencia y
corrupción disfrazadas de patriotismo, que heredó a su país la Revolución Mexicana de
1910 y sus consiguientes luchas por el poder.
Y de estaherencia ningún mexicano se escapa, así como muy pocos elementos de esa
época se escapan de las reflexiones irónicas y satíricas de Ibarguengoitia quien, por medio
del pastiche, (escribe a la manera ycon el lenguaje rimbombante de las biografías de los
revolucionarios reales), la parodia ( haciendo mofa y ridiculizando esas biografías y otras
novelas de la Revolución Mexicana), y el simulacro(narra una biografía sin personaje e
inventa antecedentes inexistentes), haciendo un operativo muy importante tal como
devolver las convenciones de la novela de la revolución a sus raíces más ridículas.Los relámpagos de agosto nos ofrece una carnavalización de la realidad de la época,
un voltear al revés de lo que fue la verdad histórica de los hechos que circundan la
Revolución y sus tanmencionados y bien ponderados ideales que suenan muy bonitos en
los discursos pero como casi siempre sucede en las revoluciones, son convenientemente
relegados al olvido después del triunfo, para que noestorben a los generales en su carrera
por llegar a los puestos de poder sin fijarse a quien usan de peldaño o de escudo. “La
novela se cuenta dentro de un registro carnavalizado, porque los...