Los saberes y sus efectos en el campo de la discapacidad mental

CETEI
Centro Terapéutico para la Integración
Documentos de trabajo

Los saberes y sus efectos en el campo de la discapacidad mental
Lic. Ernesto Lentini

Este trabajo invita a reflexionar acerca de la noción de subjetividad y las vicisitudes de su constitución, tal como aparecen implicadas en los saberes que orientan la atención de personas con discapacidad mental.
El recurso a fragmentosdel tratamiento -actualmente en curso- que desarrollan dos pacientes en un Centro de Día nos permitirá graficar la localización de la lógica del saber en nuestra práctica institucional, desde un enfoque según el cual en el abandono de la noción de “discapacitado” y en su sustitución por la de “persona con discapacidad” se habilitaría el reconocimiento de una dimensión esencial que en ciertodiscurso del déficit aparece obturada: la subjetividad.
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Silvia, una paciente de 43 años de edad, ingresa al Centro de Día hace un año. La información recabada durante las entrevistas de admisión señala que sus padres han fallecido hace tiempo, que convive con una tía y el hijo de ésta, y que desde hace más de diez años no recibe otra atención que el control regular de su medicaciónpsiquiátrica. El problema de Silvia, según exponen sus tías, ha sido siempre el mismo: presentar periódicas descompensaciones, sin motivo aparente y cuya resolución se da por vía medicamentosa. Pocos meses después de su ingreso, Silvia presenta una nueva crisis; sin embargo, frente a las respuestas habituales, toma visibilidad el contexto en que se produce su descompensación: tras haber sido llevada alcementerio para visitar la tumba de su abuela, Silvia presenta en el curso de dos días una compleja proliferación sintomatológica (delirios persecutorios, intensa ansiedad, hipocondría, autoagresividad, trastornos del sueño) de productividad psicótica.
El esquema de tratamiento desarrollado en tal contexto permitió develar la operatoria de un ocultamiento: sus familiares decidieron, hace ya algunosaños, engañar a Silvia diciéndole que su madre había muerto (dada la escasa capacidad de ésta -psicótica y con episodios de abandono reiterados- para ejercer su función), para así “aliviar” a Silvia el sufrimiento de su carencia. Puede así advertirse de qué modo la situación de duelo ante la pérdida de su abuela acredita ese otro duelo impedido en relación a su madre, y Silvia encuentra en la respuestapsicótica el marco para una pregunta que no puede formular sino al costo de su propia desubjetivación dentro de un discurso alienante.
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César tiene 19 años, e ingresa hace cinco meses al Centro de Día, tras haber sido expulsado de un dispositivo institucional para jóvenes con retraso mental por presentar graves desórdenes de conducta. Tras una evolución favorable, ciertos estudios médicospracticados señalan la urgencia de realizar una intervención quirúrgica, a fin de extirpar un tumor que podría comprometer en forma irreversible su capacidad auditiva. No obstante la implementación de diferentes recursos anticipatorios que permitieran al joven afrontar dicha operación en las condiciones de mayor contención, César comienza a evidenciar una creciente impulsividad, agresividad y unintenso malestar. Luego de una operación relativamente exitosa, su posición se agrava y muestra los rasgos más críticos de su sintomatología: hay días en los que César requiere ser acompañado en forma permanente por un integrante de nuestro equipo en un deambulaje incesante, en el cual provoca y agrede a distintos integrantes de la institución; evidencia también una sensible limitación de supotencial de acción en prácticas y actividades institucionales y un marcado declive en su producción discursiva y simbólica.
Poner en suspenso la supuesta implicación del síntoma en el cuadro, a la vez que sostener la tensión de su despliegue, permitieron a César articular otra dimensión de su sufrimiento y relatar que es, desde hace tiempo, abusado sexualmente por un familiar.
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