Los Seis Sombreros
Pero entre tantas dudas no encuentro una verdad, esa verdad que solo yo puedo hacer existente, que solo yopuedo inventar. Pero al intentarlo, al tratar de saberla te vuelvo a encontrar, sin saber, como siempre, hasta que punto de mis suspiros estarás en mente.
Que extraña manera de sentir. Como el airede mis respiros hace que ardan mis ojos, inundando mi alma con tu recuerdo. Pero en los pozos oscuros en los que me hundo, en las mañanas, cuando no hago más que abrir mis ojos, siento el cristal deuna mirada bajando, a pesar de la felicidad que ha conquistado finalmente el camino de mis penas, rompiendo las puertas de cualquier miedo que haya tenido, con tan solo recordarte.
Cierto es quemi duda no es de quererte, más bien es referida a si será posible no hacerlo. Imposible, es la respuesta, porque nunca se deja de querer a quien tan feliz te hace.
En todas partes, no porlo que se vive, sino por lo que se pudo vivir y no se vivió.En el de comenzar lo que vivimos, el de haberte dicho que en mi vida eres lo único que existe. No me arrepentiré del primer beso que nosdimos, ni del dolor que ocasionó el final de aquel principio,Porque por más profundo que fue el lago de mis ojos, entre mis tristezas se me olvidaron todas al estar contigo.
Por los besos que dejepasar, por no acercarme al sentir miedo. Me arrepentiré de cada abrazo ya perdido, porque por no acercarme más, el temor fue mi castigo.
Pero lo más maravilloso que creaste en mi vivir, fuepercibir lo hermoso de descubrir la igualdad de nuestros cuerpos, semejantes como un espejo en el reflejo de ambas miradas. Es indescriptible la belleza de la intensidad con la que te deseo.
Así,...
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