LOS SIGNOS SAGRADOS - ROMANO GUARDINI

Páginas: 77 (19122 palabras) Publicado: 4 de mayo de 2014
ROMANO GUARDINI

Los signos sagrados
(traducción de Enrique Rau)

EL SIGNO DE LA CRUZ
Haces el signo de la Cruz? Hazlo bien.

No un gesto estropeado, precipitado, que carezca de sentido. ¡No! Un signo de la cruz, un verdadero "signo", lento, amplio, desde la frente al pecho, desde un hombro a otro.

¿No sientes cómo este gesto te envuelve todo entero, cómo en cierto sentido te abraza?Recógete: concentra en ese signo todos tus pensamientos y todo tu corazón. Mira como sus dos líneas recorren todo tu ser: de la frente al pecho, de un brazo al otro. Lo sentirás como un abrazo; te estrecha así; te consagra y te santifica todo entero: cuerpo y alma.

¿Por qué? Porque es el signo del TODO, el signo de la Redención.

Sobre la Cruz Jesús salvó a la humanidad entera; por ellasantifica a todo el hombre, de raíz, hasta la última fibra de su ser. Por eso lo hacemos al comenzarnuestra oración, a fin de que, acallados los ruidos, ponga en orden nuestro mundo interior, unifique y concentre en Dios todo nuestro ser: nuestro pensamiento, nuestro corazón, nuestra voluntad. Después de la oración a fin de que permanezca en nosotros lo que Dios nos ha regalado.

En la tentación;para que nos fortalezca.

En el peligro, para que nos proteja.

Al bendecir, para que la plenitud de la vida divina penetre en el alma, fecunde y consagre todas sus potencias.

Piensa en ello cada vez que haces el signo de la Cruz. Entre los símbolos sagrados ninguno tan santo como éste. Hazlo bien, lento; amplio, con atención.

Entonces sí, este signo impregnará con su eficacia todo tuser: tu interior, tu exterior, tus pensamientos y tus deseos, tu corazón y tus sentidos, todo; lo fortificará, lo signará, lo santificará por la fuerza de Cristo, en el nombre de Dios en Tres Personas.
 
LA MANO
El cuerpo entero es instrumento y expresión del alma. El alma no habita tan sólo en el cuerpo como vive un inquilino en su casa; el alma vive y actúa en todos los miembros, en todas ycada una de las fibras del cuerpo; habla por la actitud más insignificante, por el menor de los gestos y movimientos. Nada sin embargo la sirve mejor, ni la expresa más fielmente que las manos y el rostro. Son por excelencia el instrumento y el espejo del alma.

Prescindamos ahora del rostro, por ser tan evidente su carácter de signo. Observa detenidamente a un hombre; obsérvate a ti mismo: no hayun sentimiento de alegría, de sorpresa, de expectativa. que no se traduzca inmediatamente en la mano. El índice que se hiergue con enérgica verticalidad, el índice que niega... ¿No hablan muchas veces con un sentido más profundo que las palabras? ¿No es verdad que la palabra parece muchas veces grosera comparada con su lenguaje tan silencioso, pero tan expresivo?... 

Después del rostro, la manoes la parte más espiritual del cuerpo. Ciertamente, por haber sido hecha como instrumento de trabajo y como arma de ataque y de defensa, las manos son firmes y poderosas. Y sin embargo, ¡qué delicada, que admirable su organización; qué movilidad, gracias a la red de los nervios tan sensibles que tan misteriosamente se cruzan y se entrelazan. He aquí el maravilloso instrumento que posee el hombrepara comunicar su propia alma... y para recibir la de otro, pues la mano también sirve para esto.

¿No es acaso posesionarse del alma del prójimo el estrechar entre las nuestras las manos que se nos tienden? Ese gesto nos habla de confianza, de gozo, de aprobación, de dolor.

Siendo esto así, ¿no tendrá también la mano su lenguaje especial durante la oración? ¿No es acaso durante la oracióncuando el alma tiene más cosas que decir y que escuchar? Es entonces cuando el alma se entrega a su Dios o cuando lo recibe.

Cuando nos recogemos en nosotros mismos, cuando en el santuario de nuestro corazón nos sentimos solos con Dios, instintivamente las manos se juntan, y los dedos se entrelazan con violencia, como para que los oleajes de vida que quisieran saltar al exterior desemboquen de...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • La Aceptación De Si Mismo. Romano Guardini
  • El ocaso de la edad moderna de romano guardini
  • Romano Guardini
  • signos sagrados
  • Guardini
  • LO SAGRADO
  • sagr
  • Lo sagrado

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS