Los sonidos del DF
México suena, y suena mucho.
Suena a comida en cada esquina: tacos, nopales, carnitas, pollo, quesadillas, tamales, gorditas, chicharrón y pare usted de contar; todosestremecidos sobre enormes planchas hirvientes. Y por supuesto suena a gente comiendo, deleitándose con su comida como si fuera la primera vez que la probaran: sin duda alguna su principal orgullonacional. Yo aporto con mis sonidos de aspirar por la boca con los labios abiertos y los dientes apretados con cada picante que pruebo que me enchila, pero que no puedo dejar de comer.
El camión de labasura anuncia su llegada con una campanita infantil, como si recoger los desechos urbanos fuera una celebración. Todas las doñas de mi cuadra, y yo, bajamos nuestras bolsas negras al tiempo. Somostodos los perros de Pavlov del reciclaje.
Suena a vendedores ambulantes perifoneando sus tentadoras ofertas: queso oaxaqueño, piña, jitomates, jícamas, pimientos, naranjas, papayas, chiles. A toda horay hasta en el último rincón de esta inmensa urbe.
Suena un silbido agudísimo y espeluznante de la chimenea de un señor que vende unos camotes que no me he atrevido a comprar porque siempre measusta a las 11 de la noche parándose bajo la ventana de mi cuarto. También suena a una señora gorda (porque tiene que ser gorda con esa voz) comprando colchones, lavadoras, microondas o cualquier perolviejo que ya no quieras en casa. Suena a pueblo.
Los carros casi no suenan, una ley prohíbe tener autos viejos así que muy de vez en cuando se deja escuchar una carcachita.
Cada 7 minutos losaviones y sus estruendos atraviesan gran parte de la ciudad antes de aterrizar en uno de los aeropuertos más transitados del mundo. Suena a ciudad cosmopolita.
Suena a música, a risas, a niños pidiendoen la calle, a celebraciones, a marchas, a sirenas, a campanitas de bicicleta, a lluvia. Suena y nunca para de sonar.
Pero sobretodo suena a mexicanos diciéndome “camine dos cuadras y ahí nomás...
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