Los Trade






Los Trabajadores Autónomos
Económicamente Dependientes:
principales controversias.























































1. Introducción

Hasta la publicación de la Ley 20/2007, de 11 de julio, del Estatuto del Trabajo Autónomo –en adelante, LETA o Ley 20/2007–, las prestaciones de servicios en régimen dealteridad se dividían entre las de carácter autónomo y las de naturaleza subordinada.

Sobre estas dos alternativas ha cohabitado una histórica presión por parte de los trabajadores autónomos hacia dos direcciones:

(i) Obtener la condición de empleados subordinados mediante demandas de despido revestidas de indicios de laboralidad y,

(ii) Lograr una tutela similar a la que disponen lostrabajadores por cuenta ajena.

Consciente de todo ello, el legislador escuchó, se detuvo e ideó la LETA, con eminente vocación de dar una respuesta garantista a una realidad cada vez más importante y numerosa en el tráfico jurídico. De ello, precisamente, se hace eco la referida normativa en su exposición de motivos, donde se colige que:

“Estamos en presencia de un amplio colectivo querealiza un trabajo profesional arriesgando sus propios recursos económicos y aportando su trabajo personal, y que en su mayoría lo hace sin la ayuda de ningún asalariado. Se trata, en definitiva, de un colectivo que demanda un nivel de protección social semejante al que tienen los trabajadores por cuenta ajena.”

Así, bajo el paraguas de agitación reivindicativa que germinó entre los trabajadoresautónomos nace un sentimiento de protección por parte del legislador, fundamentalmente hacia un sector del autónomo ordinario que estaba necesitado de una particular tutela: los trabajadores autónomos económicamente dependientes –en adelante, TRADE–, y respecto a cuya figura –y sus principales controversias- versa este trabajo, pues a pesar de las buenas intenciones y cuando resulta incuestionable quesu figura estrella fue el TRADE, las dudas y lagunas que fueron observadas por los primeros comentaristas de la LETA se transformaron pronto en los elementos protagonistas de sus aspectos prácticos, pues sea cual sea su perspectiva de análisis, el TRADE se convirtió desde su nacimiento en una ambiciosa declaración preñada de ambigüedades que, en mi opinión, no ha estado a la altura de lasexpectativas generadas y que, en ocasiones, ha venido a aumentar y perpetuar abusos hacia el referido colectivo, los cuales trataremos de exponer en este compendio.

Igualmente, las intervenciones normativas a través de las cuales se han concretado a posteriori otras cuestiones básicas como el registro de contratos, el encuadramiento del TRADE dentro del sistema de Seguridad Social o la protección porcese de actividad -a través de la Ley 32/2012, de fecha 5 de agosto- permiten colegir -parafraseando a LUJÁN ALCARAZ- que la LETA fue una obra en ciernes, inacabada, con soluciones de efecto retardado y abierta a desarrollos futuros.

Estas circunstancias, como se apuntaba con anterioridad, han obligado a la doctrina judicial y científica a plantear debates abiertos y, en ocasiones, teoríascontradictorias sobre -insisto- elementos esenciales de la figura del TRADE, lo que ha supuesto que la finalidad de la Ley, que no era otra que ofrecer a los autónomos “un nivel de protección social semejante al que tienen los trabajadores por cuenta ajena” se haya visto relegada a un segundo o tercer plano, ya que las cuestiones más controvertidas se han resuelto con dilaciones, lo que ha abonado losobstáculos de los autónomos para ver reconocido su condición de TRADE.

El estudio que sigue intenta poner de manifiesto esas controversias desde un punto de vista eminentemente práctico, haciendo especial hincapié en la doctrina judicial, dificultades y problemas con los que se han encontrado estos trabajadores y el camino de espinas que ha supuesto su reconocimiento como TRADE. Al mismo...