Los tratados de teoloyucan
La ciudad de México, entonces en poder del ejército federal, vive amenazada por las fuerzas revolucionarias. Los capitalinos traen a la memoria los días de la Decena Trágica, tanreciente, cuando las balas perdidas y el olor a muerte inundaban el centro de la ciudad, la ciudad aterrada, herida por la batalla que se libró en sus entrañas. Pero ahora, en pleno verano, con uncalor alucinante y un desgobierno ejerciendo su dominio, es pobre el panorama para los habitantes de una ciudad acostumbrada a consentirse a sí misma, a gozarlo todo, a los garden parties, a los paseospor la Alameda, a las comidas en Sylvain…
Por allá los zapatistas desde Milpa Alta y Xochimilco cortan el paso del agua para la urbe, en un ataque intermitente que no hace mella, perobien que fastidia. Aunque a Victoriano Huerta como que si le “hace agua la canoa” y prefiere salir corriendo, con el cogote seco, quizá no de alcohol, pero si del preciado líquido. (¿Se habrá “echado laúltima”, antes de escapar de la cólera revolucionaria?). Huido Huerta le cae la papa caliente al campechano Francisco Carvajal, nombrado presidente provisional. No es el único ganón; EduardoIturbide, de nobleza española y prominente porfiriano, “se saca el tigre en la rifa” y es nombrado gobernador de la ciudad de México.
Agosto de 1914
•Europa está inmersa en su propia guerra que noterminaría sino hasta 1918. Se calculan más de 8 millones de muertos…
•Un anuncio en El Imparcial convoca: “Defendeos… el Dr. Munyon provee de los mejores cañones y metrallas para una guerra sintregua contra el enemigo más rebelde de la humanidad… Munyon prepara más de 75 remedios para igual número de enfermedades…” Las causantes de todas las penas. El invento cura lo mismo dispepsia quecualquier otra enfermedad del estómago, estreñimiento, almorranas, catarro, nervios… Estamos en plena modernidad, la fe en la ciencia y en la tecnología avanza en caballos de hierro, en máquinas locas, en...
Regístrate para leer el documento completo.