Los usos de la Historia y el fenómeno de la nueva divulgación
en el campo de la Historia Argentina.*
Matilde Carlos
Universidad Nacional de La Plata
Al encargarse del pasado, la Historia se ocupa de lo que no es actual pero también nos puede
ayudar a comprender un presente que tiende a desdibujarse de manera muy veloz. No es extraño
que las sociedades se interroguen acerca de lascircunstancias que las forjaron como tales y que se
planteen dudas sobre el porvenir a la luz de experiencias pretéritas. En relación a estas últimas
inquietudes, en los últimos años hemos asistido a un increíble boom de ventas de libros de Historia
argentina realizados por autores que no pertenecen al mundo académico propiamente dicho. El
fabuloso éxito editorial de las obras de Jorge Lanata y de Felipe Pignaha motivado que muchos nos
preguntemos acerca de lo que estos libros ofrecen a los lectores.
Es innegable que a lo largo de su desarrollo como disciplina, la Historia ha intentado satisfacer
las más diversas demandas de la sociedad y en este preciso momento de la Argentina, cuando los
ecos de la última crisis político-institucional todavía se dejan oír, los ciudadanos quieren saber cómo
se llegóa tan extrema situación y de qué formas podrían superarse los conflictos que tienden a
repetirse eternamente. Resulta evidente que las obras de los autores mencionados intentan satisfacer esos reclamos. La cuestión a resolver sería ver hasta qué punto, estos libros cumplen con sus
promesas.
Lanata y Pigna atienden especialmente al proceso de conformación del Estado argentino. Este
problema haocupado un lugar importante en la construcción de los fundamentos de los Estados
nacionales decimonónicos mediante la recurrencia a mitos fundacionales y, en el caso específico de
la Historia argentina, estos avatares habrán de expresarse en varias líneas historiográficas –desde la
denominada “oficial”, hasta las diversas ramas del “revisionismo” del siglo XX–. Luego de una
breve recorrida por estossenderos, el presente trabajo se centrará en los exitosos libros los dos
autores referidos para analizar sus alcances y el valor historiográfico de sus aportes.
La Historia como totalidad explicativa
El siglo XIX fue testigo de la construcción de la escena de la historia como imperio de la razón,
de la emergencia de un nuevo sujeto con conciencia plena de los cursos históricos y del progresoindustrial como cultura redentora de la humanidad. Estas transformaciones edificaron el proyecto
moderno expresado en un nuevo mundo secularizado en que el hombre se asume como artífice de
su destino a través de la Historia entendida como un desarrollo global en que todos avanzan en
dirección al progreso de la humanidad. En esa transición del estado de naturaleza al estado social,
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Clío &Asociados. La Historia Enseñada / número 9 . 10
la idea de libertad se vincula con los parámetros jurídicos de la época en que tenían lugar dichos
cambios, es decir que se encarna en el derecho burgués y se constituye en su expresión.
Será tarea de los hombres entonces, interpretar el devenir de su propia historia con el objeto de
“adecuar la realidad política a la razón”1 mediante la creación de las“Historias Nacionales” inscriptas en el marco de la totalidad social como expresión de la autoconciencia de los hombres en el
camino hacia el progreso de la humanidad.
Al parecer, quienes a partir de la modernidad se habían autoinstituído como los portadores de
la nacionalidad tomaron conciencia de las múltiples dificultades que acarrearía organizar políticamente a sus pueblos sin algunas pautasaglutinantes que pudieran darles una cierta idea de fusión
y comunidad de intereses. Era necesario superar los límites que la etnia, la lengua y la religión le
imprimían al Estado. En momentos en que los hombres estaban más fuertemente ligados en torno
a estos ideales que a la ilusoria imagen de la nación, la premura por obtener cohesión se hacía
evidente. Apareció entonces el elemento mitológico...
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