Los Valientes Sastres De La Máfia

Páginas: 19 (4691 palabras) Publicado: 14 de abril de 2011
Los valientes sastres de la mafia
Gay Talese
Autor de un libro clásico sobre la mafia, Honrarás a tu padre, e hijo él mismo de un sastre, Gay Talese zurce en las páginas que siguen una crónica tan perfecta como los bordados de un chaleco de seda. Hoy en día tal vez no, pero hubo un tiempo en que un triste corte en la rodilla podía ser asunto de vida o muerte.

Existe un leve desorden mental,endémico en el negocio de la sastrería, que comenzó a tender sus hilos en la psique de mi padre durante sus días de aprendiz en Italia. Por entonces él trabajaba en el taller de un artesano llamado Francesco Cristiani, cuyos antepasados varones habían sido sastres durante cuatro generaciones sucesivas y, sin excepción, habían exhibido síntomas de esta enfermedad ocupacional. Aunque nunca haatraído la curiosidad científica —y por lo tanto no puede clasificarse con un nombre oficial—, mi padre describió una vez esta enfermedad como una suerte de prolongada melancolía que a veces estalla en arrebatos de mal humor.
Es el resultado, sugería mi padre, de excesivas horas de una lenta, laboriosa y microscópica labor que puntada a puntada —centímetro a centímetro— va abstrayendo al sastre en laluz que se refleja sobre la aguja que destella dentro y fuera de la tela. El ojo de un sastre debe seguir la costura con precisión, pero su pensamiento está libre para desviarse en diferentes direcciones: examinar su vida, reflexionar sobre su pasado, lamentar sus oportunidades perdidas, crear dramas, imaginar banalidades, cavilar, exagerar. En términos simples, el hombre, al coser, tiene demasiadotiempo para pensar.
 
Mi padre servía como aprendiz todos los días, antes y después de sus clases en el pueblo de Maida, en el sur italiano. Él sabía que algunos sastres podían quedarse sentados durante horas, acunando una prenda entre sus cabezas gachas y sus rodillas cruzadas, cosiendo sin esforzarse ni moverse excesivamente, sin un soplo de oxígeno fresco con qué aclarar sus mentes. Y luego,con inexplicable inmediatez, podían ponerse en pie de un salto y estallar en furia ante cualquier comentario casual de un colega, así fuese sólo una frase trivial sin intención de ofender a nadie. Cuando esto ocurría, mi padre solía refugiarse en una esquina mientras los carretes y los dedales de acero volaban por la habitación. En el caso de que el airado sastre fuera acicateado por susinsensibles colegas, hasta podía buscar el instrumento más terrorífico dentro del taller: las tijeras, largas como un par de espadas.
 
También había ocasionales disputas entre los clientes y el propietario, el ufano y diminuto Cristiani, quien se enorgullecía enormemente de su ocupación y creía de sí mismo y de los sastres bajo su supervisión que eran incapaces de cometer un error. Y si así fuese, él noestaba dispuesto a aceptarlo. Una vez un cliente entró a probarse un traje nuevo, pero no pudo ponerse el saco porque las mangas eran muy angostas. Francesco Cristiani no sólo descartó disculparse con él. Peor aún, se comportó como insultado por la ignorancia del cliente sobre el exclusivo estilo de la casa Cristiani en moda masculina.
—¡No se supone que deba pasar sus brazos por las mangas delsaco! —le dijo en tono autoritario—. Este saco está diseñado para ser usado sobre los hombros.
 
En otra ocasión Cristiani se detuvo en la plaza de Maida después del almuerzo, dispuesto a escuchar una banda durante su concierto de mediodía. De pronto se percató de que el nuevo uniforme entregado por él al tercer trompetero mostraba un pliegue detrás del cuello cada vez que el músico se llevabael instrumento a los labios. Preocupado porque alguien pudiera darse cuenta y fuese a criticar su calidad como sastre, Cristiani ordenó a mi padre —por entonces un flacucho muchachito de ocho años— deslizarse detrás del estrado y, con furtiva fineza, jalar el borde inferior de la chaqueta cada vez que el bulto apareciera. Una vez terminado el concierto, Cristiani ideó un medio sutil por el que...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Sastre
  • SASTRE
  • sastre
  • mafia
  • la mafia
  • La Mafia
  • La mafia
  • Mafia

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS