Los viajes de julián
-Ya le dije Martínez no lo puedo evitar.
-Si pero era una viejita.
-Por eso, ya le tocaba. ¿O qué? ¿Prefiere una niña? ¿O un bebé?
- No me joda Julián usted no respeta, ¡Malparido! Ahora me gané un problema por su culpa.
- Yo no le pedí que me ayudara Martínez, usted fue el huevón que me sacó en la moto.
- No sea descarado Julián. ¡Ah! ¡Jueputa! – El silencioinvadió el callejón – Mire yo lo dejo aquí y no me busque hasta que no halla arreglado esto.
- Tranquilo – Le dijo riéndose – Deje la histeria que parece una vieja loca, no es la primera vez que hago esto, usted sabe cómo es conmigo. Más bien váyase de aquí que yo veré como arreglo este problema.
- Usted es un huevón y un egoísta, ojalá si sale de esto recapacite. Busque ayuda Julián. Nos vemos.Martínez se subió a la moto y se perdió entre las calles maltrechas. Julián se levantó del bote de basura y empezó a caminar hacia la nada en busca de la mañana. Mientras cruzaba la quinta calle empezó a recordar a la anciana, la sangre, las gafas rotas, los gemidos ahogados, las balas, la persecución y finalmente el escape. De nuevo se empezaba a llenar de euforia, la imagen de la ciudad se hizoborrosa, su respiración se aceleró, un zumbido agudo aturdió sus oídos y de pronto se encontró solo en una cabaña hecha de guadua donde la única luz se colaba por un orificio en el techo de paja, el olor putrefacto era insoportable, por debajo de la puerta se veían sombras y fuego, y afuera sólo se oían aplausos y gritos de felicidad y alabanza en un lenguaje desconocido, un lenguaje ancestralremontado a tiempos precolombinos. El peso del lenguaje le daba un aire macabro a la escena y se podía sentir cómo la multitud se hacía mas grande, la ovación a un ídolo, el llamado a un líder, la euforia alimentada por el ocio de un espectáculo sangriento y salvaje. Julián se encontró parado en frente de la puerta hecha de cuerdas y decorada con círculos de oro macizo. Empezó a sudar y a temblar, pero nosentía miedo, estaba ansioso por atravesar la puerta, tanta discordia lo excitaba y no dejaba de pensar en qué mundo absurdo lo esperaba detrás de las paredes, tensó cada músculo de su cuerpo, se secó el sudor de la frente y a atravesó la puerta…
- ¿Qué hace por aquí niño bonito? ¡Deme ese reloj o se muere aquí parcerito! – Le dijo un indigente rasgando su alucinación.
Julián lo tomo delcuello y le dio dos puñetazos en la cara, el indigente cayó al piso y allí mismo empezó a patearlo en el estómago. Al ver al hombre inmóvil tomó un ladrillo quebrado a la mitad y empezó a golpearlo en la cabeza sin parar, tenía los ojos perdidos en la sangre y los sesos, su mirada no expresaba nada, su mente seguía apartada en el mundo fuera de la cabaña, una leve sonrisa brotó de su boca cuando soloquedaban pedazos de carne y huesos rotos sobre la acera, entonces se levantó y se quedó estático observando el cuerpo de su víctima; inmóvil, inerte, maloliente, deshecho y desfigurado. Dio unos pasos y parpadeó cómo si hubiera despertado de una hipnosis larga y profunda, volvió la mirada al cuerpo del hombre muerto y dio dos aplausos - ¿¡Otra vez!? – Dijo riéndose mientras continuaba su ruta enmedio de la noche. Después de caminar quince minutos sumergido en la cuidad fría y taciturna encontró un parque vacío, llegó hasta una zona verde cerca de los juegos infantiles y se acostó boca arriba mirando las estrellas, encendió un cigarrillo y empezó a tararear una canción. Los minutos empezaron a correr y se perdió de nuevo su mente; Ésta vez estaba en el espacio volando en un contextosideral. Había jirafas de madera corriendo en grupos, y guitarras eléctricas sonando al ritmo de un blues lento y melancólico. Julián siguió avanzando en medio de asteroides púrpuras en los que se veían campos de rosas rojas y llegó a un templo gótico construido encima de una estrella fugaz estática, con gárgolas y un grupo monjes vestidos con sotanas negras haciendo una marcha alrededor del templo,...
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