Los wachiturros

La fórmula del éxito wachiturro es tan evidente que sorprende que no haya surgido antes: juntar la cumbia (el estilo tropical más popular de Buenos Aires) con el reggaetón (el género que más pega enlos boliches de perfil “fiestero”). De esa mezcla calculada surge un fenómeno como Tírate un paso, el tema más bailado y denostado en las últimas semanas, a un punto de saturación tan excesivo que lapropia difamación del conjunto funciona como plataforma publicitaria.
Ahora bien, que la fórmula de sus canciones sea fácil de descifrar no quiere decir que el fenómeno que generó tenga unaexplicación tan sencilla. Los Wachiturros están en boca de todos, pero las razones de esa sobreexposición no responden –no pueden responder– a una sola cosa. Están los temas y el pasito de baile, pero tambiénla vestimenta y un look demasiado particular, lleno de piercings y coronado con un peinado que va a contramano de cualquier tendencia capilar actual: mientras llueven las publicidades de centrosmédicos que prometen recuperar el cabello perdido, los Wachiturros presentan un corte que simula más entradas de las que en realidad tienen. Su aspecto, por supuesto, ya es asimilado por miles de jóvenes.Otra arista del fenómeno es su insistente presencia en los medios (no hay programa de espectáculos que no los quiera llevar), con el pico que significó su presencia en lo de Susana Giménez. Su imagenpropagada en los televisores de todo el país deja al descubierto otra cuestión: los Wachiturros rinden mucho más en la tele que en cualquier otro medio de comunicación. Si bien el éxito repentino haproducido una seguidilla de noticias y rumores, que ni siquiera grupos con décadas de historia han tenido la suerte o la desgracia de provocar, ellos optan por no entrar en detalles, lo cual achica lasposibilidades de una entrevista en profundidad, que ayude a descifrar la pasión (el amor o el rechazo) que generan estos muchachos de pasos rápidos.
En diálogo
VOS pudo contactarse con Gonzalo,...