Los Ángeles Caídos De San Juan

El valle de Chixot (Con este nombre se conocía a San Juan Comalapa durante la época precolombina, cuando aún era parte del Señorío Kaqchikel.) estaba rodeado por frondosos cerros repletos degravileas y cipreses en los que habitaban cientos de animalitos silvestres que adornaban con sus caprichosas carreras y vuelos a la tierra que les daba albergue. La vida, la naturaleza y la tranquilidad sepodían respirar por doquier. Por las noches los grillos y cigarras ensordecían a todo el que pasaba cerca de sus sembradíos y bosques. El aroma a “huele de noche” acompañaba con su agradable olor a losrayos de luna que iluminaban el hermoso paisaje, vestido de blanco por el leve rocío que el frío enviaba para que acariciara al profundo sueño de todo lo verde que allí yacía.
Llegada la medianoche, los árboles más altos dejaban caer algunas gotas de lluvia que al caer, producían un exquisito olor a tierra recién mojada. Las gotas eran cada vez más grandes y abundantes, la lluvia habíavisitado asomándose silenciosa y paulatinamente hasta cubrir completamente hasta el más pequeño rincón del hermoso valle. La noche se fue, pero el amanecer fue casi impercibible por la incesante y tormentosalluvia que cubría el territorio. Se podía escuchar cerca del cerro más alto, cómo un gigantesco torrente descendía salvajemente por sus faldas, arrasando con todo lo que se interponía a su paso. Seescuchaba también como la furia de los rayos que descendían del cielo rompían con su fuerte brazo los fuertes troncos de los árboles como si de varitas de paja se tratara.
Volvió a anochecer y lalluvia no cesaba. Ya no se sentía el mismo olor, los rayos de luna ya no se veían, los grillos no cantaban, las plantas estaban cabizbajas de tanto soportar la fuerza estruendosa de la exagerada lluviaque caía sobre sus espaldas. La lluvia estaba llevándose todo lo bonito que se conocía en la región.
Volvió a amanecer y las personas que habitaban cerca de los cerros comenzaron a abandonar sus...