Losdiablosdeldiablo
Páginas: 10 (2399 palabras)
Publicado: 11 de agosto de 2015
“Los diablos del Diablo”
Le Monde Diplomatique
Eduardo Galeano
Edición Cono Sur
Número 74 Agosto 2005
Ésta es una modesta contribución a la guerra del Bien contra el Mal. El autor
aporta algunos identikits que nos ayudan a identificar los diversos rostros del
Príncipe de las Tinieblas. En esta muestra sólo figuran los demonios de más larga duración, que desde hace siglos o milenios siguen activos en el mundo.
El Diablo es musulmán
Ya el Dante sabía que Mahoma era terrorista. Por algo lo ubicó en uno
de los círculos del Infierno, condenado a pena de taladro perpetuo. "Lo vi
rajado", celebró el poeta en La divina comedia, "desde la barba hasta la parte
inferior del vientre...".
Más de un Papa había comprobado que las hordas musulmanas, que
atormentaban a la Cristiandad, no estaban formadas por seres de carne y
hueso, sino que eran un gran ejército de demonios que más crecía cuanto más
sufría los golpes de las lanzas, las espadas y los arcabuces.
En tiempos actuales, los misiles fabrican muchos más enemigos que los
enemigos que destripan. Pero, ¿qué sería de Dios, al fin y al cabo, sin
enemigos? El miedo manda, las guerras comen miedo. La experiencia prueba
que la amenaza del Infierno es siempre más eficaz que la promesa del Cielo.
Bienvenidos sean los enemigos. En la Edad Media, cada vez que tambaleaba
el trono, por bancarrota o furia popular, los reyes cristianos denunciaban el
peligro musulmán, desataban el pánico, lanzaban una nueva Cruzada y santo
remedio. Ahora, hace un ratito nomás, George W. Bush ha sido reelecto
presidente del planeta gracias a la oportuna aparición de Ben Laden, el Satán
mayor del reino, que en vísperas de la elección anunció, desde la tele, que iba
a comerse a todos los niños crudos. Allá por el año 1564, el demonólogo Johann Wier había contado los diablos que
estaban trabajando en la Tierra, a tiempo completo, por la perdición de las
almas cristianas. Había siete millones cuatrocientos nueve mil ciento veintisiete,
que actuaban divididos en setenta y nueve legiones.
Muchas aguas hirvientes han pasado, desde aquel censo, bajo los puentes del
Infierno. ¿Cuántos suman, hoy día, los enviados del reino de las tinieblas? Las
artes de teatro dificultan el conteo. Estos engañeros siguen usando turbantes,
para ocultar sus cuernos, y largas túnicas tapan sus colas de dragón, sus alas
de murciélago y la bomba que llevan bajo el brazo.
El Diablo es judío
1
Hitler no inventó nada. Desde hace dos mil años, los judíos son los imperdonables asesinos de Jesús y los culpables de todas las culpas.
¿Cómo? ¿Que Jesús era judío? ¿Y judíos eran también los doce apóstoles y
los cuatro evangelistas? ¿Cómo dice? No puede ser. Las verdades reveladas
están más allá de la duda y no exigen más evidencia que su propia existencia.
Las cosas son como se dice que son, y se dice porque se sabe: en las
sinagogas el Diablo dicta clase, y los judíos están desde siempre dedicados a
profanar hostias y a envenenar aguas benditas. Por ellos han ocurrido las
bancarrotas económicas, las crisis financieras y las derrotas militares; son ellos
quienes han traído la fiebre amarilla, la peste negra y todas las pestes.
Inglaterra los expulsó, sin dejar ni uno, en el año 1290, pero eso no impidió que
Chaucer, Marlowe y Shakespeare, que nunca habían visto un judío, fueran
obedientes a la caricatura tradicional y reprodujeran personajes judíos según el
molde satanísimo del parásito chupasangre y el avaro usurero.
Acusados de servir al Maligno, estos malditos anduvieron los siglos de
expulsión en expulsión y de matanza en ...
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