Luc A

Lucía.
Ya esperaba el momento en que llegaran esos hombres y abrieran la oxidada puerta de mí fría, sucia, solitaria, y obscura celda para que me escoltaran al camino de mi final. Escuche un ruidodetrás de los barrotes de mi celda, en ese lugar no se sabía si era de día o de noche, por esa razón no sabía los días que llevaba en ese lugar pero al escuchar al guardia quitar las llaves de sucinturón sabía que ya había cumplido los dos años que el rey le daba a cada asesino para antes de que se le llevara a la horca. Tal vez este día lo estaba esperando desde hace tiempo, porque este lugar espeor que la muerte, lo único que escuchaba era gritar de los demás criminales y pronto llegué a pensar lo mismo que ellos, en lo único que pensaba cada día es en esa mujer llamada Lucía, no sé cómopude hacerlo.
De pronto escuche gritar al guardia:
-¡Tristán, te ha llegado el día! Levántate asesino, que eres el segundo en la fila.-¿Tristán? Hace tanto tiempo que no escuchaba ese nombre.
Lleve mi mirada hacia el suelo, y escuché como le ponían cadenas a cada una de mis piernas. El asesino de mujeres hermosas estaba delante de míy detrás sólo suplicaban:
- ¡No!, No estoy listo para morir.
Lo único que recordé al oír a ese hombre fue que él era uno de los nuevos, creo que es Eduardo era el único hablador y exagerado poraquí. Sólo llevaba un tiempo, y me pareció extraño, pero después de todo, yo ya no sabía, ni recordaba lo que afuera pasaba.
Caminamos por un túnel mientras nos acercábamos al final se veía como siafuera del túnel todo fuese de oro, era algo muy hermoso. Al salir fue como si me quedara ciego y mi piel ardía como mil soles. Al momento que se aclaró todo observe a esa hermosa mujer, por quiensacrifiqué todo y ese bastardo a lado suyo con joyas hasta en los dientes.
Escuché solo una palabra de ella:
-¡Por favor, perdónalo solo a él!
-No los mataré en la horca, tengo algo mucho mejor- dijo el...