Lucia
Lasociología carece de un estatus epistemológico de excepción. Y, justamente, por el hecho de que los límites entre el saber común y la ciencia son, en esta disciplina, más imprecisos que en cualquierotra, se impone el esfuerzo por examinarla a través de los principios generales proporcionados por el saber epistemológico. Es necesario someter las operaciones de la práctica sociológica a la polémicade la razón epistemológica para definir e inculcar una actitud de vigilancia que encuentre, en el conocimiento del error y de los mecanismos que lo engendran, uno de los medios para superarlo. Pero elerror no puede desvincularse de las condiciones sociales que lo hacen posible; por ello, sólo teniendo una fe ingenua en las virtudes de la predicación epistemológica podría omitirse la pregunta sobrelas condiciones sociales que harían posible o aún inevitable la ruptura con la sociología espontánea y la ideología, haciendo de la vigilancia epistemológica una institución del campo sociológico. Eneste sentido, la sociología del conocimiento constituye un instrumento particularmente eficaz de control epistemológico de la práctica sociológica. Sin embargo, hay que alejar la esperanza utópica deescapar a la relativización con un esfuerzo, por desprenderse de todas las determinaciones que caracterizan su situación social por la sola virtud de reformar decisivamente un juicio mediante un"auto-socioanálisis". La objetividad de la ciencia no podría descansar en un fundamento tan incierto como la objetividad de los científicos. El saber de la reflexión epistemológica no podría plasmarse...
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