Lucio Uribe

Lucio Uribe
Por los tiempos en que despegaron los primeros globos aerostáticos de Colima, la vida por aquel entonces parecía despertar del letargo dulce y aromático de los climas del trópico.
Atrás había quedado los días de la incertidumbre, cuando las guerras entre liberales y conservadores parecía asunto interminable. El siglo XlX nos mostraba el lado amable de su segunda mitad: Eldesarrollo industrial, la lámpara incandescente de Edison, el fonógrafo, la telefonía, la cámara fotográfica, el ferrocarril, en suma, la magia del siglo pasado.
La ciudad de Colima toda provinciana y vanidosa, no podría escapar al hechizo del progreso, del vestir con las cedas del modernismo a los viejos edificios de Colonia. No podía tampoco evadir al encanto del extranjero de ese español, alemán ogringo, que Pacific Mail Steamship Co; pero que los colimenses ya Habían rebautizado como “La mala”, para abreviar un nombre largo e impronunciable. Fueron ellos los que trajeron la levita en estos calorones, el sombrero de copa, el borceguí, la crinolina, el agua florida de Morril, la soda gaseosa de Walter, la champaña de la viuda, las píldoras de quinina de Pelletier, la máquina de Singer, lacámara de George Eastman y la música de los gramófonos.
Llegaron e impusieron modas y costumbres de otras tierras, a unos colimenses que aun no se reponían del susto de la última invasión extranjera, de la erupción del 69 y de los continuos brotes de viruela y paludismo. Con el progreso se cambio al calzón de manta por el pantalón, a las antorchas de ocote por las candilejas de aceite de coco, y a losbandos pegados en las esquinas de las calles, por la elegancia de la tierra impresa en el periódico.
A mediados del siglo XIX, con el vuelo de los primeros aeronautas, sobresalió en Colima el oficio tesorero de un destajista de empedrados y restaurador oficial de los edificios gubernamentales, estropeados por años de guerras e implacable deterioro, don Lucio Uribe, quien con el tiempo seria elconstructor colimense más importante de la época.
Colima por entonces no contaba con más de sesenta manzanas, alineadas al más puro estilo español designado por Felipe II para las ciudades de América. Una cuadricula casi perfecta, que únicamente se alteraba para sortear los causes de los ríos Colima y Manrique, que cruzaron de lado a lado la población.
Una ciudad cubierta por tejados, viviendascon grandes patios sombreados por árboles frutales y plantas de ornato, para resguardar a sus moradores del calor del mediodía. Calles con empedrados redondos y bien cuidados, cuyos nombres parecían más bien arrancados de la poesía que para rendir culto a algún prócer. Caminantes y carruajes trajinaron por la calle del precipicio, calle de las Delicias, calle del peligro y otra que obedecían sunombre a alguna referencia popular.
De 1865 a 1872, el maestro Uribe se ocupo de empedrar gran parte de esas calles y plazas de la ciudad, entre las que se encontraron la Plazuela Medellín; la Calle Principal, la Calle de las Olas Altas, la Calle de la Salud, la de las Cabeceras, de la Sangre de Cristo y la Calle de los Baños.
A partir de 1860, fecha en que se iniciaron algunas obras de ciertaimportancia como el caso del Portal Medellín y la ampliación de varias calles realizadas por Uribe, pareciera ser el arranque de una serie de construcciones, pero desgraciadamente la guerra interrumpió este paso que no se retomaría hasta 1870, cuando en la ciudad de Colima se apreciaron cambios notables en las construcciones de carácter público. Lucio Uribe inicio la construcción de una obra monumentalpara esos tiempos: el Teatro Hidalgo, y con esto, se procuro cambiar la sede de los espectáculos que la construía el viejo teatro del Pabellón Mexicano. Comenzó el puente Zaragoza, y esa etapa de euforia constructiva que se dio en la ciudad, Uribe realizo el templo de la salud en el lugar donde existía una ermita con el mismo nombre, reconstruyo el Beaterio e inicio la obra de palacio de...