LUCIÉRNAGA

El Bosque de Esmeraldas y Zafiros

“El hombre es parte de la
familia de las luciérnagas:
un gusano que se transforma
en luz cuando ama”
Lucian Blaga
Poeta, dramaturgo
y filósofo rumano

Cuentan las antiguas leyendas, que las luciérnagas (kopitl, en náhuatl) antes de convertirse en insectos no eran más que piedras preciosas que emergían de la tierra, sin vida, y en ese entonces eranconocidas como esmeraldas (chalchihuitl) y zafiros (caltemitl).

Aunque suena a cosa de embrujo o de cuento de hadas, lo cierto es que hace ya muchas lunas en alguna región de nuestra tierra azteca, cuando los hombres de aquel entonces empezaban a conocer las entrañas de la tierra, se maravillaban por la belleza de estas piedras que resplandecían de formas diversas al contacto de la luz del Sol, oal ser iluminadas por el reflejo de la Luna.

Fue tanta su admiración por la belleza de estos minerales, que se dieron a la tarea de crear hermosos objetos con los que adornaban sus vestimentas, sus objetos religiosos, sus herramientas de guerra, sus penachos y sus cuerpos.

Era todo un espectáculo observar sus rituales religiosos, donde muchas de las ofrendas estaban ataviadas por diversostipos de piedras preciosas y brillantes de colores vivaces.

Por sus conocimientos de física los orfebres de aquel entonces pudieron emplear varias técnicas en su trabajo, como fundir oro con la plata, entre otras muchas labores artísticas de este tipo.

También elaboraban todo tipo de figuras y adornos, pulseras, collares, pectorales, pendientes, etc. Y con frecuencia combinaban el metal conpiedras preciosas (esmeralda, zafiro, turquesa, amatista, jade, cristal de roca) o hasta conchas.

En sus esculturas de gran tamaño, con las representaban dioses y reyes, utilizaban diferentes piedras preciosas y oro, y las pequeñas las reservaban para la representación de animales y objetos comunes, mismos que en ocasiones enriquecían con pintura de colores o incrustaciones de joyas. Tambiénfueron usadas en ritos, magia, y como antídotos y remedio para calmar ciertas enfermedades.

Y así pasaron las estaciones, y en cierta ocasión algunas de esas joyas fueron olvidadas en el quicio de una ventana. Primero, absorbieron los rayos del astro rey al momento de su ocaso. Y al relucir durante la noche los reflejos de la Luna, su mágica luz de igual manera fue atraída por la magnificencia deesmeraldas y zafiros, en un juego multicolor que fue dando vida a una masa amorfa que al sentirse vitalizada busco la amorosa humedad del bosque para subsistir, existir y convertirse en una especie de gusanillo.

Así sucedió con el resto de las piedras preciosas que aún sin vida servían de simple ornato ante las miradas complacidas de nuestros antepasados.

Llegó finalmente el momento en que deesas joyas nada quedó para desconsuelo de aquella gente, las entrañas de la Tierra dejaron de obsequiar tan apreciados y preciosos objetos de vanagloria humana. Atónitos, los habitantes de esas tierras no encontraban respuesta a tan extrañas desapariciones, y prefirieron olvidarlas y buscar otra manera de cubrir sus cuerpos, sus vestimentas, sus armas, y sus adornos festivos y místicos.Pasaron las lunas y los soles que daban vida al día y a la noche en sucesiones tan ordenadas que eran el deleite exacto para la existencia de todos los seres que moraban esos confines del planeta.

Cierto día aparecieron en el bosque unos pequeños gusanitos que a simple vista nada ofrecían, a falta de belleza, pero al llegar la noches iluminaban las hierbas y el espectral espacio del bosque con tenuesdestellos parecidos a los que ofrecían las esmeraldas y los zafiros, que viajaban cual arcoíris nocturno de los verdes majestuosos a los azules destellantes.

¡Habían nacido las luciérnagas! Seres diminutos comparados con las hadas de los relatos que en nuestra niñez nos deleitaban en boca de nuestros padres y abuelos; pequeñas estrellas que tenemos al alcance de nuestros cuerpos y que nos...