Luis Balderas Vega

LUIS BALDERAS VEGA


NO ES QUE TODAS LAS CRIATURAS HERMOSAS SEAN AMADAS, SINO QUE TODAS LAS CRIATURAS AMADAS SON HERMOSAS.

Amar es delirar. Nada desde afuera puede mostrar con certeza la imaginación que se apodera de dos cuerpos amándose.
             Ibn Hazm

“Quería que me convirtieras en uno de los que aparecen en tus gritos,
en tus manos apretadas, en tus dientes tensos, en tusrasguños, en tu
casi dolorosa alegría. Después del grito abriste tu compuerta de fantasmas y ávidamente hicimos el amor con ellos hasta que un grito más largo, feliz y sostenido, me hizo sentir que nunca saldría ya de ese otro grito invisible que es para mí tu cuerpo."
 Quería que me convirtieras en uno de los que aparecen en tus gritos,
Mire, María de los Ángeles, usted va a llegar dentro demedia hora y yo aún no he acabado de estudiar. Tengo los dedos engarrotados y demasiado fríos. No quiero exagerar, pero tiemblo bastante con su muerte. Tendríamos, podríamos, deberíamos sentarnos a charlar de cualquier cosa. Yo le diría, por ejemplo, que la imagino dentro de su casa, desparramada en su cama que no conozco pero que intuyo demasiado grande para usted sola, demasiado sola para sussueños rojos; la sábana mojada de llantos sin destino, las piernas temblorosas, los túneles vacío. Su cama, un templo antiguo, con una diosa mora, irredimible y sola. Usted desparramada, con un camisón de señora con pretensiones, transparencias barrocas e irritantes, un escote que balbucea, los pechos sin decirlos y una hemorragia de humedades indóciles que me obliga a lamerlas hasta el fondo, basta.Me repta un renacuajo en la garganta y me dan ganas de querer morirme. Mejor la mato a usted, es más seguro para no evadir el compromiso impostergable de matar a alguien. Mire, María de los Ángeles, usted tiene un camisón de voile, está leyendo una novela policial de la serie negra, yo salto por la ventana de su pieza y la cabo, es decir, la destrozo, señorita profesora, la rompo como un finocristal, de un garrotazo. Punto final, publíquese y archívese. Mire, María de los Ángeles, usted con su treintaytantos , yo con veinte podría ser su hijo o su joven amante, su juguete de turno, su espejo, su ensueño, su bufón, su esclavo, su espina a la orden, sus globitos de oro, su todo, su nada, su alumno. O quizá ¿porqué no? Su probable, posible plausible asesino. ¿Me entiende, María de losÁngeles? Su brutalmente enamorado asesino. ¿Viste, hermosa, qué cuento te cuento?
Me río de tu elegancia, aristócrata triste de los medios, el único palacio que te guarda. Tiene usted una elegancia gélida que me quema despacio los orgasmos. Me trastorna su nudo inalcanzable, su velo evanescente de odalisca, su desdén de princesa, sus manos como duendes sobre el libro. Le confieso un pecado inconfesable:estoy enamorado. Ya sé que usted lo sabe. Mire, María de los Ángeles, yo soy su alumno serio y talentoso. Usted una morena con garbo de tapatía o de gitana, tiene los ojos más hermosos que nunca me han mirado, qué hermosura, se quedan en mis ojos, demorados, como si una caricia profundísima deshojara mis venas, como rosas. Me muero por sus ojos, su boca, eso es todo. Claro, ya sé, usted debepensar que soy muy joven, que todo es pasajero, pero sin usted no quiero nada.
Usted me desespera, me mata, me enloquece y hasta la vida diera... pum, pum, pum, tres tiros y a otra cosa. Cuando usted me dice mi hijito, ay María de los Ángeles, cuando usted me dice mi hijito a mí me dan ganas de llorar, de meterme adentro suyo, que tu corazón sea mi casa.
Entonces, como le decía, usted está en sucama, emperatriz de la soledad, loca hasta los tobillos, yo la miro desde la ventana, me siento un pobre hambriento, un apestado, la miro y me derrumbo en un desmayo sorprendente y maldito, siento en todo mi aliento que usted es mía, que nadie como usted. Salto por la ventana me arrojo ya perdido sobre toda su larga cabellera, le abro un surco en su cuello con mis dedos, me derramo en usted y la...