Luis banchero rossi

Introducción

El hombre como lo llamaban sus trabajadores cuando se referían a él lo fue en toda su dimensión de creador y hacedor. El hombre construyendo una industria casi desde la nada. El hombre conquistando mercados que jamás nadie hubiera imaginado alcanzar. El hombre empujando, levantando, renaciendo. El hombre mirando el mar y escrutando en el, acaso por primera vez en el Perúcontemporáneo, un destino histórico. El hombre con el alma desenvainada y con la inteligencia presta para recorrer un camino que iba demasiado lejos como todos los senderos de los visionarios. El hombre apasionado por emprender, por realizar, por soñar despierto cosas que haría después mas despierto aun, embriagado por la certeza de estar escribiendo la historia de una empresa colectiva con suspropias manos. El hombre enamorado de la flecha que vuela, pero también del arco que es estable. El hombre que sintió la llamada de la aventura como lo sintieron los héroes de muchas mitologías desde el ombligo del mundo y que no pudo resistir la fascinación de ser el heraldo de una nueva época, el guía de una nueva jornada, el adalid de un nuevo periodo de construcción y de reconstrucción,el protagonista de una nueva biografía que se va transformando en arquetipo.

Proteo, veraz anciano de los mares, era en el panteón de los dioses de la antigua Grecia, aquel que cuidaba los rebaños marinos de Poseidón y que, como todo verdadero guardián, tenia el don de la profecía. Banchero fue, en el sentimiento y el devenir de la pesquería peruana, un verdadero Proteo que hizo despertar lariqueza olvidada del mar y domesticó los rebaños marinos y los puso al servicio de un pueblo que apenas si escuchaba sus ecos porque desde hace siglos les había dado la espalda.

El trabajo estaba en su naturaleza y a el se entrego sin medida. En un principio, obedecería su innata vocación pero luego sabía sostenerla con férrea disciplina. Se trabaja, por cierto de un impulso, la impronta delrealizador, pero también de una perseverancia que es hija de la voluntad y que se fragua todas los días. Bonachon y jovial, ensanchó como nadie las perspectivas económicas del mar peruano y dió a su trabajo un aire entre lucido y apasionado que todos cuantos lo respiraban supieron apreciar y ahora recuerdan de una manera especialmente gratificante.

No era hombre codicioso, pero tenía unaevidente ambición: crear, impulsar, liderar. En una oportunidad dijo que él no tenía el sentido de la propiedad. Y era cierto. Su empresa iba mucho más lejos que los terrenos de una planta o las acciones de una bolsa. Lo hacia porque, a su entender, no había otra forma de desarrollarse. Hacedor, hacer fue su destino y a el se entrego con pasión y hasta con misticismo. El hombre que movía millones, sesentía feliz no con atesorarlos sino con producirlos, como si produjera canciones o poemas. De hecho su gesto en la pesquería peruana es épica y se sus múltiples avatares se podía escribir una oda a la decisión y al arrojo. Cual héroe, sabía que le estaba reservado un destino y lo asumió sin ambajes ni vacilaciones. Intuyó que la posesión de las cosas no da, en pura justicia, el imperium sobrelos hombres y las situaciones e hizo realidad aquella frase de Agustín Thierry, sólo es posible vivir por algo más grande que uno mismo. Todo lo que levantó fue obra de su genio, de su inspiración, de su osadía. Aquí o allá, su visión abarca no solo el litoral peruano sino mucho más, seguro de que con su empuje –que era, verdad un mandato de sus hados personales- sabía que podría conseguirlo todo ya eso apostó su brazo y su corazón.

Fue siempre un creador, un realizador y en ese carácter vivió toda su vida. Igual en la pequeña casa de su tío en Trujillo en donde armó en sus años mozos una pequeña fabrica de jabón en la cual se utilizaba una guillotina hecha con cuerda de guitarra, que en la pequeña empresa de alcohol de su prima Alicia que el levantó cargando cilindros y cilindros y...