luis decide morir


Luis estaba deshecho, con solo recordar lo mucho que gasto en arreglos de flores, globos, recepción, iglesia, vestido y trajes, comida, anillos, luna de miel, etc. Lloró por lo sucedido esanoche, hace 2 semanas.
Llorar, los últimos 15 días, borrarlo de su memoria, eliminarlo, solo quería dormir para nunca despertar.
Se la llevaba en bares tomando, licor tras licor. Hasta parecía unauténtico borracho experto, viviente de bares.
-Depresiones aquí no, por favor – le había dicho su madre diciéndole que se comportara como un hombre el día que llego arrastrado en llanto y lassecreciones nasales correspondientes a la ruptura con Marie, su ahora ex-novia, una muchacha que estudiaba gastronomía, que minutos antes de la boda, le mando un mensaje diciéndole que jugaba con él y lodejaría plantado en el altar.
Y desde ese día se había refugiado en toda clase de aperitivos y bebidas alcohólicas que encontrara en el trabajo o en bares.
El remedio había resultado peor que laenfermedad. Con el amor propio por los suelos, los ojos rojos he hinchados y una vergonzosa derrota en la báscula. Luis se acostó eructando una extraña sensación de whisky y carne de res. Durmió una largapero muy larga siesta.
Al despertar se tatuaría el pecho (Solo Marie había notado aquella vez que se había tatuado su nombre: ¡te tatuaste mi nombre! Qué bien se ve, pero tus ojos, no hay nadaque se compare con tus ojos, nada, nada en el mundo como tus ojos).
Buscaría a Marie para mentirle, decirle que en realidad fue para quedarse con su dinero, un lindo juguete que presumir, que lahabía utilizado para ganar fama, que así era la vida. Ella, por pura rabia, se daría la media vuelta y se iría en silencio; o no se resistiría a decirle o recordarle que era el, el que se había enamorado,que había sido tan tonto que no podría ocultarlo.
Marie era la futura heredera de “Greyssed”, un bar ubicado en un exclusivo sitio de la ciudad. Ahí la encontraría Luis, Saludando a clientes...