Lumen gentium

El CREADOR.
"En el principio, Dios creó el cielo y la tierra" (Gn 1,1). Con estas palabras solemnes comienza la sagrada Escritura. El Símbolo de la fe las recoge confesando a Dios Padre Todopoderoso como "el Creador del cielo y de la tierra", "de todo lo visible y lo invisible". La creación es el cimiento de “todos los designios salvíficos de Dios”. El Hijo de Dios, vinoa levantarnos.
La razón sobre los orígenes del mundo y del hombre es objeto de numerosas investigaciones científicas que han enriquecido magníficamente nuestros conocimientos sobre la edad y las dimensiones del cosmos, el acontecer de las formas vivientes, la aparición del hombre. Estos descubrimientos nos invitan a admirar más la grandeza del Creador, a darle graciaspor todas sus obras y por la inteligencia. Con Salomón, éstos pueden decir: "Fue él quien me concedió el conocimiento verdadero de cuanto existe, quien me dio a conocer la estructura del mundo y las propiedades de los elementos; porque la que todo lo hizo, la Sabiduría, me lo enseñó" (Sb 7,17-21)
En las religiones y culturas antiguas encontramosnumerosos mitos referentes a los orígenes. La inteligencia humana puede ciertamente encontrar ya una respuesta a la cuestión de los orígenes. En efecto, la existencia de Dios Creador puede ser conocida con certeza por sus obras gracias a la luz de la razón humana (DS: 3026), Por eso la fe viene a confirmar y a esclarecer la razón para la justa inteligencia de esta verdad. Esta verdad en lacreación es tan importante para toda la vida humana que Dios, en su ternura, quiso revelar a su pueblo todo lo que es saludable conocer a este respecto. Más allá del conocimiento natural que todo hombre puede tener del Creador (cf. Hch 17,24-29; Rm 1,19-20). Por eso, la verdad de la creación se expresa con un vigor creciente en el mensaje de los profetas (cf. Is 44,24), en la oración de los salmos (cf.Sal 104) y de la liturgia, en la reflexión de la sabiduría (cf. Pr 8,22-31) del pueblo elegido.
"En el principio, Dios creó el cielo y la tierra": tres cosas se afirman en estas primeras palabras de la Escritura: el Dios inmortal ha dado principio a todo lo que existe fuera de él solo él; "En el principio existía el Verbo... y el Verbo era Dios...Todo fue hecho por ély sin él nada ha sido hecho" (Jn 1,1-3). La acción creadora del Hijo y del Espíritu, insinuada en el Antiguo Testamento (cf. Sal 33,6; 104,30; Gn 1,2-3). La Escritura y la Tradición no concluyen de enseñar y de celebrar: "El mundo ha sido creado para la gloria de Dios" (Cc. Vaticano I: DS 3025). La gloria de Dios consiste en que se realice esta manifestación y esta comunicación de su bondad paralas cuales el mundo ha sido creado. Creemos que Dios creó el mundo según su sabiduría (cf. Sb 9,9). Este no es producto de una necesidad cualquiera, de un destino ciego o del azar. Creemos que proviene de la voluntad libre de Dios que ha querido hacer participar a las criaturas de su ser, de su sabiduría y de su bondad. Creemos que Dios no necesita nada preexistente, ni ninguna ayuda para crear(cf. Cc. Vaticano I: DS 3022). La fe en la creación "de la nada" está atestiguada en la Escritura como una verdad llena de promesa y de esperanza. Puesto que Dios puede crear de la nada, puede por el Espíritu Santo dar la vida del alma a los pecadores creando en ellos un corazón puro (cf. Sal 51,12), y la vida del cuerpo a los difuntos mediante la Resurrección. Dios crea con sabiduría, la creaciónestá ordenada: Creada en y por el Verbo eterno, "imagen del Dios invisible" (Col 1,15), la creación está destinada, dirigida al hombre a imagen de Dios (cf. Gn 1,26). Dios es infinitamente más grande que todas sus obras (cf. Si 43,28): "Su majestad es más alta que los cielos" (Sal 8,2), "su grandeza no tiene medida" (Sal 145,3). Realizada la creación, Dios no abandona su criatura a ella misma....