Lutero 95
DETERMINACIÓN DEL VALOR DE LAS
INDULGENCIAS
L AS 95 TESIS
Dr. Martín Lutero, 1517*
INTRODUCCIÓN
“La Iglesia necesita una reforma”, se venía diciendo desde hacía mucho tiempo ya, y grandes
concilios fueron convocados para ocuparse de tal reforma, pero sin resultados concretos. En cambio,
cuando se dieron a conocer las 95 Tesis de Martín Lutero, se suscitó en el norte de Europa un
movimiento popular que produjo cambios como ningún otro lo había hecho antes. Son múltiples las
razones que explican el éxito insospechado de aquella acción; a indudablemente una de las más
poderosas, estriba en el hecho de que esta vez se había tocado un tema religioso que afectaba a
todos los miembros de la Iglesia. En las 95 tesis Lutero trata las bases bíblicas del perdón de los pecados (1‐4, 92‐95), el poder
papal para disponer indulgencias (5‐7), las indulgencias en favor de los difuntos (8‐12), la eficacia de
tales indulgencias (13‐29), la relación de los méritos de las indulgencias con la ética cristiana en general (30‐65), los abusos en la predicación de los vendedores de indulgencias (67‐80) y las dudas
populares sobre las indulgencias (81‐91). En especial las tesis 1 y 62 se destacan como características
para el pensamiento de Lutero.
Para comprender el interés despertado por Lutero, hay que conocer la institución de las
indulgencias en la Iglesia a fines de la Edad Media. A partir del siglo XII en adelante se había impuesto
cada vez más la tendencia de ofrecer una reparación por el daño causado por los pecados; al
principio se trataba de una acción esencialmente personal, de arrepentimiento y esfuerzos
espirituales, encaminados a mejorar el carácter. Sin embargo, con el correr del tiempo llegaban a
aceptarse también sustitutos de índole material, y hasta sacrificios en forma de dinero que no exigían esfuerzo espiritual alguno. A mucha gente le, resultaba harto cómodo ese sistema de convertibilidad
de reparación. En cambio, para los cristianos de aspiraciones serias, se constituyó en un problema
grande. En el siglo XV, el problema comenzó a acentuarse tomando proporciones de importancia.
Llegaban a venderse “letras papales” del papa León X, cuyo beneficio sería utilizado en la
construcción de la basílica de San Pedro, y se sabía que la casa bancaria Fugger estaba autorizada
para recibir tales sumas en cancelación de préstamos que se habían concedido a las autoridades de
la Iglesia, entre ellas al arzobispo de Maguncia y Magdeburgo, Alberto de Brandeburgo. Cierto
vendedor de indulgencias, llamado Juan Tetzel, comisionado del arzobispo, se estableció cerca de
Wittenberg, y la gente de la ciudad afluía para comprarle su mercancía.
Lutero sintió los efectos de estos acontecimientos en el confesionario. Opinaba que el uso de
tales indulgencias tenía efectos perjudiciales sobre la vida moral y religiosa de los feligreses.
Preocupado en su conciencia pastoral, se sintió conmovido a una advertencia pública. Después de
* Adaptado por pastor Rodolfo Olivera Obermöller, Valparaíso, Chile, 2011. Se han realizado cambios en algunas palabras
para una mejor comprensión según el lenguaje actual. Los agregados están puestos como notas al pie con un (*). Última
revisión del 02 de julio de 2011. Textos tomados de: Obras de Martín Lutero. Tomo I. Buenos Aires. Ediciones El Escudo.
1967.
1muchas vacilaciones, cedió a los ruegos de algunos amigos y se decidió, con enorme angustia mental,
a publicar su criterio en forma académica, invitando a una discusión en la Universidad. Los
antecedentes de su proceder los hallamos en las clases que Lutero dictó acerca de las indulgencias el
año posterior a las tesis. Había leído además la “instrucción ...
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