MÁRTIRES CLARETIANOS
El lunes 20 de julio de 1936 la casa fue asaltada y registrada,infructuosamente, en busca de armas. Fueron arrestados todos sus miembros. El superior, P. Felipe de Jesús Munárriz, el formador de los Estudiantes, P. Juan Díaz, y el administrador, P. Leoncio Pérez, fueronllevados directamente a la cárcel municipal. Los ancianos y enfermos fueron trasladados al Asilo o al Hospital. Los demás fueron conducidos al colegio de los Escolapios, en cuyo salón de actos quedaronencerrados hasta el día de su ejecución.
A lo largo de su breve estancia en la cárcel, los tres responsables de la comunidad claretiana fueron verdaderamente ejemplares. Sin ninguna clase de juicio,simplemente por su condición religiosa, fueron fusilados a la entrada del cementerio al alba del día 2 de agosto.
Los que permanecieron encarcelados en el salón de los Escolapios, desde el primermomento se prepararon para morir. Durante los primeros días de cautiverio pudieron recibir la comunión clandestinamente. La Eucaristía fue, en aquellos trágicos momentos, el centro de su vida y elorigen de su fortaleza. Con la oración, el rezo del Oficio y del rosario fueron preparándose interiormente para la muerte. Hubieron de soportar muchas incomodidades físicas y morales. Fueron atormentadoscon simulacros de fusilamiento. Les introdujeron prostitutas en el salón para provocarles. Varios recibieron distintas ofertas de liberación. Pero ni uno solo claudicó.
El reconocimiento de suheroicidad ante el martirio fue reconocido por todos desde el primer momento. Herederos del espíritu apostólico de San Antonio María Claret, se mantuvieron atentos a los desafíos misioneros de ese su...
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