Más allá del pantano

Un libro abierto, una espada sin filo y una brillantísima armadura plateada. Todo estaba listo para Igor. Hoy era el día que estaba esperando desde hacía años. Este era el día en que estaba a punto de lograr su venganza. Al fin iba a tener sentido todo este tiempo escondido en el pantano, aprendiendo y practicando. Cada día recuperándose y tratando de no olvidar.
Y ¿cómo olvidarlo? Elcastillo, el fuego, los gritos pero, sobre todo, el dolor. El dolor que sentía en todo el cuerpo, principalmente en la cara, o, pensó tristemente Igor, lo que quedaba de ella. El dolor que sentía en toda el alma al ver perdido todo y saberse condenado al exilio o a enfrentar una muerte sin honor. La punzada que sentía en el corazón por haber dejado atrás….¿qué dejó atrás?
Todo lo recordabacomo si fuera ese día: el miedo, el cansancio, la confusión. Lo importante que era salir. El peso de la armadura y la ola de fuego a sus espaldas. Pero, ¿por qué no recordaba el día anterior a eso? ¿Por qué sabía solamente algunas cosas de su pasado pero no alcanzaba a recordarlo todo?
* “Esto también pasará”. Esas fueron las primeras
palabras que escuchó después de que se desmayó aqueldía. Palabras dichas por aquel viejo que además de salvarle la vida, le dio una nueva. Poco a poco fue recuperando las fuerzas, muy lentamente fue aprendiendo a ser otro. Ahora estaba sano, era fuerte, pero lo más importante de todo: Ya era mago…..
Más allá del pantano se encontraba el bosque prohibido para todos en la villa o el castillo. Ahí, esa noche, iba a acabar todo aunquenadie imaginaba lo que se avecinaba. Nadie tenía por qué hacerlo, todos eran felices o parecían serlo. Nadie recordaba otros tiempos o, al menos, no recordaban los malos tiempos. Vivían tranquilos siguiendo las extrañas reglas de este reino tan singular y envidiado por todos los extranjeros.

Reglas viejas de un reino antiguo con un rey nuevo y su nueva reina. ¡Ah, la reina! Bella,amable y frágil. A veces era la alegría del castillo pero en algunas ocasiones, sin poder saber por qué se ponía tan, tan triste que hasta los pájaros dejaban de cantar. Siempre empezaba con un estremecimiento, luego la mirada fija y después…lágrimas.

Pronto se recuperaba, se disculpaba con el rey…trataba de explicar, pero no podía. Nunca recordaba qué la había entristecido y prometía estarcontenta otra vez. Y ¿por qué no estarlo? En el reino que dejó su padre todos eran felices. Trabajaban tranquilos, comían bien, jugaban con sus hijos, platicaban con sus vecinos y si se mantenían alejados del bosque y del pantano, vivían más seguros que cualquier persona de cualquier otro reino.
Claro, que en ese reino existía una regla que no existía en ninguna parte de este mundo. Unmandato que todos debían obedecer sin excepción alguna y que los forzaba a vivir de manera tan diferente a todos los demás. En ese reino no podía caer sangre en la tierra.

Por eso todas las cosas se hacían de manera diferente. Las peleas estaban prohibidas, así como correr, saltar, empujarse o hacer cualquier cosa que pudiera causar una cortada. Por eso eran tan pacíficos. No existían cosascon filo. No había cuchillos, ni espadas, ni objetos metálicos. Lo que comían tenía que ser suave y fresco. Por eso eran tan saludables. Y sus oficios estaban limitados por la falta de herramientas cortantes. Por eso tenían tanto tiempo libre.
No había esquinas ni orillas afiladas. Las paredes de las casas eran curvas y los muebles de todos ellos presentaban formas ondulantes yredondeadas. Sus albañiles y carpinteros eran apreciados como grandes artesanos, no sólo por lo meticuloso de su trabajo, también por lo novedoso. El reino entero parecía una serie de casitas de pájaro con sus niditos adentro, donde todos sonreían y eran felices. Siempre y cuando siguieran las reglas…todos…siempre.
Porque todos ellos sabían qué se tenía que hacer si había sangre en algún lugar. Era...