Más vivo que nunca

Más vivo que nunca
Que apasionante saber que en una época en que el cuerpo, el dinero y uno que otro anti valor se hacen imposibles de evitar al momento de escoger una buena canción pasar por esepeligroso camino de la música exitosa pero efervescente, esa que despierta un extraño movimiento involuntario de los pies a la cabeza, pero que luego de un tiempo es fácil de olvidar, aún puedorefugiarme en un riff de guitarras o un solo de piano de los que no tienen ni la menor idea los ídolos de este tiempo.
Está más vivo que nunca, el fabuloso estilo del Rock, ese que sin tener una seductoracoreografía genera la necesidad de movernos al ritmo de la libertad, tal vez con la llegada del siglo XXI algunos pensaron que lo que escuchamos 30 o 40 años atrás sería difícil de superar o al menosigualar.
Hoy la industria muestra un ímpetu renovado pero bien asentado en el pasado que lo hace ver como el coloso género que no debimos dejar en la sombra de los nuevos sonidos con que me resisto asometer a mi descendencia.
Ver con temor a los grandes ídolos que marcaron instantes especiales en nuestra vida por su frágil humanidad que puede terminar en cualquier momento, me hace pensar y entenderal mismo tiempo que nuestro lugar aquí en la tierra es prestado, pero al menos podemos decidir la banda sonora que queremos escuchar, a veces psicodelia, otras grunge pero finalmente única yexclusivamente nuestras.
Así lo sentí cuando en el Coliseo el Campin se enmudeció al final del recital del que para muchos es considerado como el padre del rock en español, Charly García.
Unas veces odiado,señalado, pero en su mayoría amado, este genio del piano produjo en mí un extraño vacío que supongo experimentaron cerca de 5 mil personas más cuando anunciaron su ausencia producida por ataque cardiaco,una descompensación por motivo de la altura producida por la altura de Bogotá, recordé sin querer ese antecedente de Gustavo Cerati que hoy después de casi 2 años lo tiene casi inerte en una...