Método Charlot

HOMENAJE

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homenaje al profesor Charlot, por a enorme n e n c i a u 1 sus enseñanzas han tenido en la química analítica en México y Latinoamérica, a través suyo y d e sus discípulos.

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Bernard Trémillon *

No se mede estudiar (o haber estudiado) y practicar la química analítica en Francia sin conocer elnombre de Gaston Charlot y sin saber el papel primordial que jugó en la explosión de la Química Analítica moderna en ese país, durante el periodo 1940-1970. Pero como hace va veinGaston Charlot te años que se retiró, pocos de los lectores pueden haberlo conocido. Sólo los más viejos pueden acordarse de su ascendiente como maestro excepcional, a pesar de su gran sencillez humana, ciertamente conuna mezcla de admiración y respeto. Para la enseñanza edificante de los más jóvenes, quienes no lo conocieron, así como para reavivar el recuerdo de los más viejos, voy a evocar durante algunos instantes al que fue mi maestro, al mismo tiempo en química analítica y en pedagogía. Antes de repasar brevemente su vida y su carrera científica y docente, comenzaré por ofrecer algunos recuerdospersonales, evocando primero las circunstancias de nuestro primer encuentro y la manera a través de la cual fui llevado a convertirme en su cercano colaborador, después de haber sido su alumno.

Monsieur Charlot y yo El examen oral de química del concurso de admisión en la Escuela Superior de Física y Química Industriales (Ecole Supérieure de Physique et Chimie Industrielles, ESPClo simplemente PC),concurso que aprobé en 1950, fue la ocasión en que me encontré, por primera vez, a "Monsieur Charlot" (como siempre le llamaron sus alumnos). Fue él a quien en ese año se le habían encargado las pruebas de química, y quien interrogaba (por lo tanto) a todos los candidatos adrnisibles. Todavía me acuerdo de la pregunta que me hizo: era sobre las "propiedades del agua oxigenada". Le dije lo que sabía dememoria sobre el tema, tomado del contenido de mi curso de química de la prepa en Chaptal. Se trataba de la química descriptiva de la época y, entonces, de las propiedades del "cuerpo puro" (sustancia
* lbducción de Alberto Rojas Hemández e Ignacio Conzález Martínez.

pura) H,O,. Después de haberme escuchado, con la impasibilidad que adoptaba haciendo exámenes orales, M. Charlot me vio y mepreguntó: "íY en solución acuo~a?~' quedé Me sorprendido, sin tener la menor idea del hecho que el disolver H202en agua pudiera conferirle nuevas propiedades. Para terminar, fue en esa prueba oral que obtuve mi peor nota de ese concurso (10í20, si me acuerdo bien). Ése fue nuestro primer encuentro. Su curso de química analítica de PC, que empezaba por la química de soluciones nos causó, a miscompañeros y a mí, la impresión extraordinaria de una química "revolucionaria" con respecto a la que se nos había enseñado hasta ese momento: por fin, la química aparecía como algo racional, porque era predecible cuantitativamente.Y el hecho de que lo que se predecía, ocurría (en el Laboratorio de Trabajos Prácticos, TP), reforzaba el interés de estudiar esta química nueva. Sin embargo, en ese tiempo yoestaba más apasionado por la química orgánica y estaba tentado a orientarme hacia esa rama, intención además avivada por la invitación que me hizo el profesor que nos la enseñaba para hacer una tesis bajo su dirección, al terminar mis estudios en la escuela. No fue sino hasta el momento de escoger una especialidad de cuarto afio (equivalente a lo que se convirtió en los Diplomas de EstudiosAvanzados, DEA, algunos años más tarde) cuando cambié de opinión, gracias a la fuerza de convicción de un ayudante de M. Charlot (Jacques Coursier) y que opté entonces por el camino de la química analítica y de la electroquímica (analítica). En el curso de este cuarto año, casi todo consagrado a un trabajo de investigación personal, que desarrollaba en el laboratorio de química analítica, no me...