Mínimo, Y No Tanto...

MÍNIMO, Y NO TANTO
“(…) Cuando en estancia oscura penetran por un pequeño resquicio los rayos de luz solar, entonces se ven corpúsculos sin cuento que de mil modos se agitan y en todasdirecciones se mueven, (…) porque jamás cesan de unirse y separarse. Su actividad no tiene término…”Lucrecio(“La naturaleza de las cosas”)

Aquella tardecita del nuevo fin de semana invernal, uno más desaprovechado, sentado a la mesa del superviviente bar del barrio, despoblado casisiempre y también entonces de clientes, pensaba en nada recordable hasta que, tras girar distraído la cucharilla en el pocillo de café casualmente observé, pero ensimismándome al punto, la rotaciónde aquella galaxia efímera que nacía y se espiralaba obediente en la espuma del líquido humeante para, tras unas pocas revoluciones, despenarse contra las paredes circulares de la taza, esos límitesinfranqueables de su pequeño universo cerrado que la atraían urgiéndola a perecer, trocada luego en nada más que una línea curvada de sucesivas burbujas casi inmóviles, apretujadas contra el muroinfranqueable del recipiente. ¿Será ése el sinsentido de toda nuestra existencia?, fue que –acaso sombríos influjos del frío atardecer dominical- me vi impulsado a preguntarme. Nacer, impulsados sinelección por fuerzas germinales externas y así ajenas, prestarnos sin alternativa posible al agotador ajetreo de la vida y, tras una serie de evoluciones caóticamente repetidas comparecer al llamado denuestros límites, tender a ellos, acudir inexorablemente al borde mismo de nuestro mundo, y llegar a él, sólo para advertir una vez allí que no había un más allá, comprobar que se nos ofrecía...