Mónica gil

En el seminario realizado el día 21 de Diciembre de 2010 hablamos sobre el artículo de Mónica Gil “La relación profesional” y nos planteamos algunas preguntas sobre el contenido del mismo.

Primerohablamos sobre la relación profesional-usuario y de cómo las emociones pueden crear un vínculo de dependencia que puede llegar a ser perjudicial y hasta qué punto es ético y moral.

Posteriormentesurgió la pregunta siguiente: ¿Se crea dependencia del usuario respecto al profesional? ¿Resulta ético utilizar estrategias de enganche afectivo con personas necesitadas de afecto y comprensión?Ante esta pregunta surgieron numerosos comentarios con opiniones muy diferentes. Por ejemplo, un compañero comentó algo así como que el exceso de cariño ante un usuario puede ser perjudicial para elprofesional ya que se puede perder la postura de profesional-usuario ante éste. Tras este comentario surgió una respuesta que decía que ese cariño era un recurso para ganarse la confianza del usuario yque era una herramienta más de trabajo, aunque ese cariño debía de ser sincero.

Se abrieron varios focos de conversación a raíz de debate. Por un lado se comentaba que dependía de con quiéntrabajáramos y como fuéramos nosotros mismos, ya que hay que tener en cuenta la comunicación no verbal. Depende de los casos y de la relación que se tenga con ellos

Nuestra profesora, intervino por primeravez analizando que hay que marcar límites, dejando clara en todo momento nuestra relación profesional. A esta opción una compañera dijo que para marcar esos límites se deben de marcar unos horarios.Después surgió una pregunta que también lo hacía en el artículo del seminario, ¿Por qué no se habla de las emociones en el grupo de trabajo y equipos profesionales? Ante esta pregunta yo comentéque la falta de comunicación sobre las emociones en los puestos de trabajo era debida a que los profesionales, en gran parte, tardaban muy poco en “burocratizarse” y se olvidan de que trabajan con...