Madame Bovary
“ Al tío Rouault no le hubiera disgustado que le liberasen de su hija, que le servía de poco en su casa.” (cap.III, 1ª parte)Y es que la educación de Emma transcurre desde los trece años en un convento de monjas, donde se pasa el tiempo en la iglesia adorando la belleza de las imágenes, que no rezando, y leyendo a escondidas novelas que hacen volar su ya de por sí exaltada imaginación. Emma lee novelas románticas, como Paul et Virginie, ambientadas en exóticos lugares, o las novelas históricas de Walter Scott, llenasde castillos y trovadores. Chanteaubriand es también uno de sus autores favoritos, y se aficiona también a la lectura de vidas de grandes heroínas, a las que luego, en el transcurso de su vida pretenderá emular. Pero no sólo durante su adolescencia se alimenta nuestra protagonista de lecturas que la harán vivir alejada de la realidad y a la búsqueda de ideales y valores no solo novelescos, sinopertenecientes a una clase superior a la suya. También durante su nueva vida matrimonial con Charles. El inconveniente es que, aunque Emma considera una injusticia no poder disfrutar de un palacio, bailes y exquisitos vestidos, ella, por mucho que se niegue a aceptarlo, no es más que la esposa de un médico de provincias:
“Se suscribió a “La Corbeille”, periódico femenino, y al “Sylphe dessalóns”. Devoraba, sin dejarse nada, todas las reseñas, todos los estrenos de teatro, de carreras y de fiestas, se interesaba por el debut de una cantante, por la apertura de una tienda. Estaba al tanto de las modas nuevas, conocía las señas de los buenos modistos, los días de Bois o de Ópera. Estudió, en Eugenio Sue, sus descripciones de muebles; leyó a Balzac y a George Sand buscando en ellossatisfacciones imaginarias a sus apetencias personales. Hasta la misma mesa llevaba su libro y pasaba las hojas, mientras que Charles comía y le hablaba.” (cap. IX, 1ª parte)
De hecho, la misma Emma manifiesta a Léon, su supuesta “alma gemela”, sus gustos novelescos, que definen perfectamente su filosofía y actitud ante la vida:
“Detesto los héroes vulgares y los sentimientos moderados, como los que seencuentran en la realidad.” (cap. II, 2ª parte)
Emma vive infeliz e insatisfecha, tan inmersa en sus lecturas que incluso su suegra advierte la peligrosidad de éstas:
“Lee muchas novelas, libros, obras que van contra la religión, en las que se hace burla de los sacerdotes con discursos sacados de Voltaire. Pero todo esto trae sus consecuencias, ¡pobre hijo mío!, y el que no tiene religión acabasiempre mal.
Así pues, se tomó la resolución de impedir a Emma la lectura de novelas.” (cap.VII. 2ª parte)
Sin embargo, las lecturas siguen siendo el báculo de Emma para poder sobrellevar esa realidad que ella tanto odia, como el momento en el que cae enferma tras el abandono de su amante, Rodolphe, cuando busca, tras la negación del amor terrenal, un amor superior, por lo que se suma a la...
Regístrate para leer el documento completo.