Madero y su destino manifiesto

Francisco Ignacio Madero, 1911

Madero y su destino manifiesto

Madero, el mártir de la democracia por excelencia, es uno de los presidentes de México menos comprendidos, para muchos resultacontradictorio su actuar ante la crisis de insurrección que tuvo que enfrentar con el levantamiento de Félix Díaz y la consecuente decena trágica, resulta poco viable el entregarle – tal como lo hizo él– el control del ejercito a un general porfirista como lo fue Victoriano Huerta y después enfrentar de modo estoico la muerte.
Todo esto se puede explicar desde una vertiente poco investigada enMadero: El Madero espiritista, y es que está bien documentado que Madero era creyente de esta doctrina de comunicación con los espíritus de los difuntos y que la practicaba con frecuencia, lo que esverdaderamente sorprendente es que a través de estos trances él tenía ciertas revelaciones que dieron lugar a su participación en la política local, estatal y más tarde nacional. Y es que según registros desus cuadernos de anotación de comunicación espiritistas, el espíritu de su difunto hermano José Madero le comunico la gran cruzada democrática que emprendería en poco tiempo y le exigió un dominio aúnmayor de sus pasiones.
Por eso, Madero comenzó a prepararse de otro modo: solía retirarse a lugares solitarios -generalmente a su rancho Australia- donde meditaba y oraba profundamente. Procurabaacostarse tarde, madrugar y, contrariamente a su vieja costumbre, rechazaba la siesta vespertina.
Para él, esta comunicación era su destino, su futuro estaba claro, lucharía por la causa de lademocratización del país. En este contexto, el espiritismo de Madero no debe –ni debía– verse como una charlatanería o una excentricidad. Fue una creencia que marcó el rumbo de todos los actos de su vidapública y privada. Su fe en la democracia, la defensa de la libertad y su respeto por la dignidad humana abrevaban innegablemente de las aguas de su espiritismo.
A pesar de ello, Madero también era...