madre
"Asciende, si puedes, con la inteligencia y el corazón, a las más altas
cimas; paséate sobre las crestas nevadas, comunícate con las nubes y
las aves del cielo. Para vivir escoge la falda de la montaña" Armando
Palacio Valdés
Cuando levanté la vista, me di cuenta de que no todo estaba
perdido. El frío me estaba paralizando las articulaciones, el hielo
comenzaba ainvadir todo mi cuerpo y mi organismo se estaba
enfrentando a la situación más terrorífica de mi vida.
Aquella cuerda colgaba a solo dos o tres palmos de mi mano
derecha, pero si me soltaba de la arista a la que me encontraba
adherido por el hielo, lo más probable es que mi cuerpo cayera al
vacío. ¿Cómo agarrar la cuerda sin soltarme?
Su voz sonó sobre mi cabeza.
—Agárrese fuerte a la soga, yotiraré de usted.
En esos momentos, todos los miedos que yo había arrastrado
durante mi vida, mis indecisiones, mis dudas infantiles, pasaron
como un rayo por mi cabeza. Tenía que decidirme, mi salvación
dependía de lo que en ese momento hiciera.
Recordé aquella vez, cuando tenía cuatro o cinco años, en que
me había subido a un tobogán enorme siguiendo a uno de mis
hermanos mayores. Mihermano se tiró sin pestañear, pero yo me
quedé paralizado en lo más alto. Otros niños que estaban subiendo
4
Ricardo Ros – La Fórmula Matemática del Éxito
por la escalera me empujaban. Y yo, muerto de miedo, retrocedí, bajé
las escaleras y palidecí de vergüenza, mientras un niño, en mitad de
las escaleras, me gritó "¡cobarde!
¡Cobarde! Aunque toda mi vida había luchado por aparentar locontrario, en el fondo sabía que yo era un verdadero cobarde, un
cobarde completo, integral, sacudido una y otra vez por el miedo,
paralizado por la indecisión. Toda mi vida había estado luchando por
llegar a lo alto del tobogán y mi único afán había sido tirarme por
aquella rampa metálica, poder gritar de placer por haber sabido
superar el pánico. Pero yo sabía que ni siquiera en sueños lo habíaconseguido. Soñaba con frecuencia con aquel tobogán y me
despertaba a media noche sofocado, tiritando. Mi vida real era puro
teatro ante los demás, pura apariencia de seguridad, máscaras vacías.
Pensé que no tenía nada que perder. Era hombre muerto. Ya
nada tenía sentido en mi vida. Mejor morir que seguir viviendo.
Cuando dos semanas antes mi amigo Jaidh me sugirió la
posibilidad de realizarese viaje, no me lo pensé dos veces. Subir a la
cumbre del Citlaltépetl, el Pico de Orizaba, la montaña más alta de
México, podía suponer para mí una forma de alejarme de todos los
problemas que me acuciaban. Me acababa de dejar mi mujer, harta
de mis ausencias, cansada de verme llegar tarde y estresado,
convencida de que mi trabajo era más importante que ella. Mi vida
era un infierno, sinningún objetivo. Me levantaba por la mañana,
corría durante todo el día de una reunión a otra, convirtiendo mi
trabajo en una carrera de obstáculos, un obstáculo cada media hora.
Y todo para nada, la empresa se estaba hundiendo, mis socios
capitalistas ya me habían dado el último aviso y mis subordinados
huían despavoridos nada más verme aparecer. Me creía una persona
fracasada. Pero nadie losabía.
—Agárrese, no se preocupe, yo le sostendré — su voz volvió a
sacarme de mis pensamientos.
5
Ricardo Ros – La Fórmula Matemática del Éxito
Estaba a 5.500 metros sobre el nivel del mar, tratando de escalar
el mayor pico de México, con 5.756 metros, situado en el Estado de
Veracruz. Mis compañeros habían desaparecido de mi vista tras un
enorme alud. Y yo me encontraba allí, agarrado ala roca, o mejor
dicho, soldado a la roca por el hielo, sin posibilidades de salvación.
Mi cuerpo y la roca eran una sola cosa unidos por el hielo.
—No piense. Simplemente suéltese y agarre la cuerda.
No sabía quién me gritaba. No le veía. Solo oía su voz. ¿Cómo
iba a soltarme? Si lo hacía caería por la canaleta de hielo. Y si no lo
hacía, allí me quedaría congelado. Una víctima más del...
Regístrate para leer el documento completo.