maestra
Yo no quiero ver lo que he mirado
a través del cristal de la experiencia.
El mundo es un mercado, donde campan
honores, voluntades y conciencia.
¿Amigos…? Esmentira, ¡No hay amigos!
¡La amistad verdadera es ilusión!
Ella cambia y ella desaparece
con los giros que da la situación.
Amigos complacientes sólo tienen
los que disfrutan deventura y calma,
pero aquellos que abate el infortunio
sólo tienen tristezas en el alma.
Si estamos bien, nos tratan con amor,
nos buscan, nos invitan, nos adulan,
más si acasocaemos,- francamente-,
sólo por cumplimiento nos saludan…
El que nada atesora, nada vale…,
y en toda reunión pasa por necio,
y por más nobles que sus hechos sean,
lo que alcanza es laburla y el desprecio.
En este laberinto de la vida,,
donde tanto domina la maldad,
todo tiene su precio estipulado,
amor, el parentesco y la amistad;
lo que brilla no más, tiene lugaraunque brille por oro, lo que es cobre,
lo que no perdonamos en la vida
es el atroz delito de ser pobre.
Nada en el mundo es perfecto, puro y sano,
todo se halla con lo puroentremezclado;
el mismo corazón, con ser tan noble,
¡cuántas veces se encuentra enmascarado!
Existe la virtud, ¡yo no lo niego!
pero siempre en conjunto, defectuoso,
hay rasgos devirtud en el malvado,
y hay rasgos de maldad en el virtuoso;
la estupidez, el vicio y hasta el crimen
podrán tener su puesto señalado;
las manchas del defecto no se ven
si las cubre undiamante bien cortado…
¡Y a nadie habrá de herir lo que aquí digo,
porque ceñido a la verdad estoy!;
me dieron a libar hiel y veneno,
veneno y hiel en recompensa doy,
y si apelo alas palabras toscas
de estas líneas, tan duras y sin nombres,
doblando mis rodillas en el polvo,
¡Pido perdón a Dios, y no a los hombres!
Poeta Hondureño Ramón Ortega (1885-1932)
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